La Huelga de la Mano
Cuentan que la mano se cansó de trabajar para el cuerpo humano y convocó a una asamblea de órganos y partes del cuerpo. La mano argumentaba que ella y las piernas eran las que hacían todo el trabajo y que el estómago, sin hacer nada, se llevaba toda la comida. Como consideraba que era totalmente injusto, decidió hacer huelga y dejar de trabajar. Pasaron unos días en huelga, y como el cuerpo humano no comía, empezó a debilitarse, y con él la mano. Ya cuando los órganos estaban moribundos, la mano convocó a otra asamblea para cancelar la huelga. Se había dado cuenta de que, si el estómago no comía, ella tampoco lo haría.
—En David Fischman (2000), El Espejo del Líder (Perú: El Comercio), p. 137.