Si la iglesia pudo crecer en medio del imperio romano, ciertamente puede crecer en medio de nuestra cultura tenebrosa.

¿Pudiera ser que Dios Se está manifestando a toda la gente, pero que algunos no tengan ojos espirituales para reconocerlo?

Debemos ser compasivos con los demás, pues, aunque podemos ver lo exterior de ellos, no podemos conocer su interior.

En nuestra sociedad materialista, debemos hacer recordar a nuestros hijos que toda bendición es una muestra de gracia.

¿Cómo podemos convencer a otros de nuestra sinceridad cuando disfrutamos de las mismas cosas que condenamos en ellos?

La vida cristiana está fuera de lo ordinario. Si vive por Jesucristo, atraerá la atención de la gente. Diríjala a Dios.