Su dedo en el versículo
Durante la Primera Guerra Mundial, se envió a hombres a buscar a los heridos y a los muertos. En un lugar solitario y apartado, encontraron el cuerpo sin vida de un muchacho norteamericano. Él yacía sobre su rostro. Su mano derecha estaba extendida delante de él, y su dedo índice estaba pegado con su propia sangre a una página abierta del Nuevo Testamento. Cuando separaron su dedo de la página, descubrieron que el pasaje de la Escritura era: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá».
—Autor Desconocido