¿Cuál Es la Diferencia Entre “Transustanciación” y “Consustanciación”?

Pregunta:

“He escuchado los términos ‘transustanciación’ y ‘consustanciación’ en el contexto religioso. ¿Pudiera explicar la diferencia entre estos dos términos y cuál es la perspectiva bíblica en cuanto a su relación con la Cena del Señor?”.

Respuesta:

La palabra “transustanciación” se deriva del latín trans (a través) y substantia (sustancia). Se usa el término en la teología católica para denotar la idea que durante la ceremonia de la “misa”, el “pan y el vino” se transforman, en sustancia, en la carne y sangre de Cristo, incluso cuando los elementos parecen seguir siendo los mismos. Esta doctrina no tiene fundamento escritural. Hay rasgos de este dogma en algunos de los escritos post-apostólicos, y se defendió fuertemente este concepto a comienzos del siglo IX d.C. El Concilio de Letrán IV (1215) adoptó esta doctrina, el Concilio de Trento (1545-1563) la formalizó y el Concilio Vaticano II (1962-1965) la reafirmó.

“Consustanciación” es un término que comúnmente se aplica al concepto luterano de la cena conmemorativa, aunque algunos teólogos luteranos modernos rechazan el uso de este término debido a su ambigüedad. Sin embargo, generalmente se asocia esta expresión con Lutero. La idea es que en la comunión, el cuerpo y la sangre de Cristo, y el pan y el jugo de uva, coexisten en unión. “Lutero lo ilustró con la analogía del hierro en el fuego, por el cual el fuego y el hierro se unen en un hierro rojizo caliente que todavía continúa sin cambiar” (Cross, 1958, p. 337).

Cualquier dogma que intenta colocar, en un sentido literal, la “presencia real” de la carne y la sangre de Cristo en los elementos de la comunión es el resultado de malentender el lenguaje que la Escritura emplea.

Uno de los puntos más importantes para la interpretación correcta de la Biblia es la capacidad de distinguir entre el lenguaje que se usa en un sentido figurativo y el lenguaje que se usa en un sentido literal. La comunicación humana tiene muchas expresiones figuradas, y se debe usar un enfoque lógico al considerar tales expresiones.

Una de las reglas fundamentales para identificar el lenguaje figurado es esta: Normalmente se debe considerar una palabra literalmente, a menos que otras consideraciones imposibiliten la interpretación del término en tal sentido. Los factores determinantes esenciales en una interpretación adecuada son los siguientes: el contexto, tanto el inmediato y el remoto (i.e., discusión del mismo tema en otras referencias bíblicas), la gramática, la consistencia (las Escrituras no se contradicen) y el sentido común (i.e., ¿es un disparate la interpretación literal?).

La aplicación literal de estos principios hermenéuticos forzará al que estudia seriamente la Biblia a llegar a la conclusión que se debe interpretar figuradamente las referencias bíblicas de la Cena del Señor como el “cuerpo” y la “sangre” de Cristo. Considere los siguientes puntos:

1. Cuando Jesús partió pan y tomó jugo de uva, dio estos elementos a Sus discípulos y dijo, “[E]sto es mi cuerpo…esto es mi sangre” (Mateo 26:26-28). Obviamente Él no estuvo hablando literalmente, ¡ya que Él todavía poseía Su cuerpo y sangre literal! Además, al mismo tiempo, Cristo identificó específicamente la bebida como “este fruto de la vid” (vs. 29). La naturaleza de la sustancia no había cambiado.

2. Existe una figura de expresión común llamada metáfora. La metáfora es una imagen dramática por la cual se compara una cosa con otra, siendo representada figuradamente como la misma cosa.

En cuanto a los descendientes de Judá, Jacob dijo: “Cachorro de león, Judá” (Génesis 49:9). Sin duda esto no fue literal, sino Judá tenía ciertos rasgos del león. Cuando Jesús hizo referencia a Herodes como una “zorra” (Lucas 13:31-32), ¡nadie entendió que Él estaba implicando que el gobernador era un animal de cuatro patas con cola! Cristo una vez dijo: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos” (Juan 15:5).

Los que estudian cuidadosamente saben que el Salvador empleó simbolismo en este lenguaje. Se estaba haciendo una analogía; no se debía interpretar el lenguaje literalmente.

3. El hecho que Jesús instruyera a Sus discípulos a participar de la Cena del Señor “en memoria” de Él (Lucas 22:19; 1 Corintios 11:24) implica que Él no estaría presente físicamente en la celebración de la comunión.

Uno de los textos favoritos que se usa frecuentemente para intentar establecer la “presencia real” de Cristo en la comunión es Juan 6:53-54. Aquí Jesús declaró:

De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.

Se puede demostrar por medio de la gramática y el contexto que este pasaje no apoya tal idea.

1. En el versículo 54, el término “come” y “bebe” son participios del tiempo presente, lo cual significa que los discípulos debían estar comiendo Su “carne” y bebiendo Su “sangre” en ese mismo momento, y continuar haciéndolo como un proceso.

Una interpretación literal sería: “Aquel que continúa comiendo mi carne y bebiendo mi sangre”. ¡Los discípulos no estaban comiendo y bebiendo la carne y la sangre del Salvador en ese momento!

2. Se dice que la “comida” y “bebida” dan como resultado “vida”; pero en el mismo contexto se describe que esa “vida” es el resultado de recibir las palabras de Cristo, i.e., Sus enseñanzas (vs. 63). Entonces llega a ser claro que el consumo de Su carne y sangre es equivalente a ingerir Su instrucción sagrada—la primera es una expresión figurada; la última es una expresión literal.

Esto también se confirma al considerar la frase, “en mí permanece, y yo en él” (vs. 56). Se dice que esa relación recíproca es el resultado de “comer” y “beber” la carne y sangre de Cristo. Sin embargo, en un pasaje suplementario, en otro de los escritos de Juan, el apóstol iguala esta relación con la frase “guardar Sus mandamientos” (1 Juan 3:24).

La cantidad de evidencia es abrumadora. Las referencias a participar del cuerpo y la sangre del Señor son figuras de expresión.

Con todo el debido respeto para la gente sincera, la transustanciación y consustanciación son ideologías materialistas extremas que convierten la cena memorial en un ritual canibalístico.

Referencia

Cross, F.L., ed. (1958), El Diccionario Oxford de la Iglesia Cristiana [The Oxford Dictionary of the Christian Church] (Londres: Oxford).