El Contexto Importa—¡Realmente Importa!
Entender la Biblia es el aspecto más importante en la vida de cualquier persona. En el caso del que busca honestamente la verdad, el entendimiento adecuado de la Biblia es esencial para garantizarle su hogar eterno en el cielo. En el caso del escéptico, el entendimiento verdadero de la Biblia le puede trasladar de las tinieblas a la luz maravillosa. Una de las herramientas más importantes para llegar a tal entendimiento es una comprensión correcta de la idea del contexto bíblico y las figuras de expresión.
LAS CLAVES DE CONTEXTO
En los primeros años escolares, una de las primeras cosas que se aprende es usar las claves de contexto para la solución de problemas o el entendimiento del significado de las palabras. Por ejemplo, ¿qué significa la palabra “sal”? Pudiera hacer referencia a una sustancia blanca que se usa como un condimento popular en la preparación de alimentos. O pudiera hacer referencia a la forma imperativa del verbo “salir”. Solamente el contexto puede darnos el significado verdadero de la palabra. Lea las dos siguientes oraciones y decida qué significado corresponde a la palabra en cada caso.
- César tuvo que poner más sal al arroz ya que este no tenía buen sabor.
- César se molestó con Alberto y le dijo: “¡Sal de aquí!”.
Obviamente, la primera oración hace referencia al condimento, mientras que la segunda oración hace referencia al verbo “salir”. Eso fue fácil de concluir, pero solamente se puede llegar a la conclusión correcta si se considera el contexto.
De igual manera, la Biblia pone las cosas en contexto, y se debe considerar tal contexto para entender lo que dice. Por ejemplo, en el libro de Job se dice que se debe “maldecir a Dios” (2:9). Ese es un pensamiento muy perturbador. Sabemos que la Biblia dice en otros pasajes que debemos amar, honrar y servir a Dios como nuestro Creador. ¿Así que cuál es la verdad? ¿Debemos honrarle y servirle, o debemos maldecirle? Se puede encontrar la respuesta fácilmente al considerar el contexto del versículo. Job había perdido sus posesiones terrenales más preciosas—sus hijos, su salud y sus riquezas. Mientras se sentaba en medio de cenizas y rascaba sus llagas con un tiesto, su esposa le miró con lástima y deseó poner fin al dolor de Job. Esto es lo que ella le dijo: “¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete”. Cuando Job escuchó este consejo, se angustió y le dijo: “Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?” (vs. 10). Obviamente, cuando se considera el contexto, se puede ver que la Biblia no está registrando que la maldición a Dios sea algo bueno. La esposa de Job sugirió erróneamente que Job debía maldecir a Dios, pero Job corrigió su error. El contexto importa—realmente importa.
Marcos 3:22 dice en cuanto a Jesús: “por el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios”. Pero en otros pasajes leemos que Jesús expulsaba demonios por el poder de Dios. Otra vez, debemos preguntar cuál fue el caso. ¿Expulsaba Jesús demonios por el príncipe de los demonios, o lo hacía por el poder de Dios? El contexto es el “héroe de la película”. En este texto, los escribas estuvieron acusando (falsamente) a Jesús de usar el poder del diablo. Pero pocos versículos después (vss. 3:23-27), Jesús corrigió el error y explicó que Su poder no venía de Satanás, sino de Dios. El contexto importa—realmente importa.
LAS FIGURAS DE EXPRESIÓN
Suponga que un hermano menor ofrece traer a su hermano mayor una gaseosa de la refrigeradora. A su regreso, se resbala en la alfombra y accidentalmente lanza el contenido por toda la sala. Al ver lo que sucedió, el hermano mayor comenta: “Buen trabajo, hermanito”. ¿Realmente quiso decir que su hermano menor había hecho un buen trabajo? Desde luego que no. Él quiso decir lo contrario, y usó una figura de expresión conocida como sarcasmo para enfatizar su punto. Esto puede ser una sorpresa para usted, pero la Biblia hace lo mismo.
En el libro de 2 Corintios, algunos cristianos estuvieron acusando a Pablo de tratarles mal. Muchas veces en ese libro Pablo explicó que nunca les había tratado injustamente. En 2 Corintios 12:13, escribió: “Porque ¿en qué habéis sido menos que las otras iglesias, sino en que yo mismo no os he sido carga? ¡Perdonadme este agravio!”. ¿Realmente estuvo el apóstol pidiendo perdón por no ser un agravio para la iglesia en Corinto? No; él estuvo usando el sarcasmo para enfatizar el punto de que nunca había tratado mal a la iglesia en Corinto.
Por toda la Biblia se usa muchas figuras de expresión, siendo el sarcasmo solamente una de ellas. Considere otra figura conocida como la hipérbole. “Hipérbole” puede sonar como una palabra un poco confusa, pero probablemente usted está muy familiarizado con el concepto, incluso cuando puede no conocer la palabra. La hipérbole es simplemente una exageración de hechos para enfatizar un punto. Si se le invitara a una reunión y alguien dijera que “todo el mundo” estará allí, esa persona estuviera usando una hipérbole. Es imposible que “todo el mundo” esté en la reunión. Nosotros no llamaríamos “mentiroso” a alguien por decir eso ya que entendemos la figura de expresión que se usó. La Biblia hace lo mismo. Considere Juan 4:39 como un ejemplo. En este pasaje, una mujer samaritana habló de Jesús y señaló: “Me dijo todo lo que he hecho”. ¿Realmente había dicho Jesús a la mujer todo lo que ella había hecho en su vida? No; ella simplemente estuvo usando una hipérbole para enfatizar su punto. La hipérbole es una figura común de expresión en la Biblia.
EL LENGUAJE FIGURADO
Cuando una persona habla literalmente, quiere decir exactamente lo que dice. Si yo digo que tengo un auto, entonces quiero decir que realmente tengo un auto. Pero algunas veces las personas hablan figuradamente en vez de literalmente. Cuando una persona usa lenguaje figurado, recurre a palabras que simbolizan algo adicional. Por ejemplo, si alguien dice que un político es una “serpiente”, no quiere decir que tal político sea un reptil que se arrastra por el suelo. Simplemente la idea es que tal político es astuto y que no se puede confiar en él.
Muchos de los escritores bíblicos usaron el lenguaje figurado. En Lucas 13:32, se Le había advertido a Jesús que el Rey Herodes estaba tratando de matarle. Jesús respondió, diciendo: “Id, y decid a aquella zorra…”. ¿Quiso Jesús decir que Herodes era un animal peludo del tamaño de un perro y que tenía una cola? Absolutamente no. Lo que quiso decir es que Herodes era astuto y asechador.
Otra vez, en Juan 10:1-9 Jesús habló de un lugar donde los pastores cuidan a sus ovejas, y luego hizo referencia a Sí mismo como “la puerta” de las ovejas. ¿Quiso decir que Él era un pedazo de madera grande con una manija y bisagras? No; simplemente estuvo expresando que todos deben pasar a través de Él para ir al Padre. Frecuentemente Jesús usó lenguaje figurado.
CONCLUSIÓN
Si los escépticos, como también los que buscan sinceramente la verdad, llegaran a entender correctamente los conceptos del contexto y las figuras de expresión en la Biblia, entonces los escépticos hicieran menos acusaciones de discrepancias bíblicas, y los estudiantes de la verdad tuvieran menos duda y consternación.
Derechos en español © 2016 por www.ebglobal.org. Traducción por Moisés Pinedo. Título original en inglés, “Context Matters—Really Matters!”, por www.apologeticpress.org.