¿Es de incumbencia de la iglesia lidiar con el pecado?

Resumen

Hoy algunos declaran que lo que hacen es asunto suyo, y que la iglesia no debería reprender el pecado. ¿Es esto cierto?

Pregunta

Alguien pregunta: «¿Es el pecado un asunto de incumbencia de la iglesia?».

Respuesta

La respuesta corta para esta pregunta es: «¡Sí!».

Primero, los cristianos, y por ende la iglesia que está constituida de cristianos, debe proclamar el Evangelio a la población mundial enferma de pecado y muerta espiritualmente.

Y [Jesús] les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado (Marcos 16:15-16).

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado… (Mateo 28:19-20).

Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados… (Hechos 2:38).

Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre (Hechos 22:16).

Todos estos pasajes, y muchos más a los que se pudiera apelar, enfatizan la necesidad que los pecadores tienen de oír y obedecer al Evangelio de Cristo como también la responsabilidad de los cristianos o la iglesia de presentar el Evangelio a los pecadores. Sí, el pecado es de incumbencia de la iglesia. No solamente esto; debido al pecado y sus consecuencias, la iglesia tiene la misión principal e importante de evangelizar al mundo.

Segundo, los cristianos, y por ende la iglesia, deben amonestar y reprender a otros cristianos que practican el pecado. En el primer siglo, la iglesia en Corinto ignoró el pecado continuo en su congregación, y por tal razón el apóstol Pablo los regañó severamente (1 Corintios 5:1-3). De igual manera, Pablo también enseñó a la iglesia en Tesalónica:

Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros… Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence (2 Tesalonicenses 3:6,14).

Los ancianos de la congregación tienen responsabilidad especial de las almas de los cristianos bajo su cuidado:

Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos [ancianos], para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre (Hechos 20:28).

Obedeced a vuestros pastores [ancianos], y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso (Hebreos 13:17).

Sí, es de incumbencia de la iglesia del Señor presentar el Evangelio de Cristo a los que no son cristianos, por medio del cual ellos puedan arrepentirse de sus pecados y ser bautizados en Cristo (Gálatas 3:27). Sí, es de incumbencia de la iglesia preocuparse de la vida espiritual de los cristianos en la congregación para ayudar a mantener salvos a los salvos y proteger a la iglesia de la influencia negativa de los pecados de cualquier cristiano.