La manera de vencer el negativismo

Resumen

No todo negativismo es malo, pero los cristianos debemos ser conocidos como personas que tienen un enfoque positivo.

¿Quién no ha experimentado negativismo? Ciertamente esto puede ser un producto natural de nuestro ambiente. La mayor parte de lo que vemos en la televisión es malas noticias—huracanes, homicidios y pandemias. Supongo que cada persona también tiene sus propias cargas, desde los problemas de salud hasta los problemas en las relaciones personales. La vida puede desilusionarnos, y nosotros podemos desarrollar el mal hábito de ser negativos. La pregunta es: ¿Cómo podemos vencer el negativismo? O si se piensa de manera más positiva: ¿Cómo podemos llegar a ser personas positivas?

Antes de comenzar a responder esta pregunta, debemos entender que no todo negativismo es malo. Los cristianos no pretendemos que lo malo no existe. Los cristianos somos reales y honestos. Sin embargo, Dios desea que Sus hijos sean básicamente positivos y que consideren las cosas desde un punto espiritual positivo. Pablo amonestó: «Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!» (Filipenses 4:4). Una persona debe ser muy positiva para regocijarse en toda circunstancia. ¡Pablo escribió esto desde una prisión! (vea también Hechos 16:24-25).

Aquí está la manera de vencer el negativismo:

  1. Comience con una oración. Nosotros tenemos un sacerdote misericordioso que conoce nuestras pruebas y debilidades (Hebreos 4:16). Él experimentó las peores cosas que este mundo ofrece. Pero no solamente haga peticiones a Dios en oración; pase tiempo dándole gracias por todas las cosas buenas (Santiago 1:17; 1 Tesalonicenses 5:18).

  2. En vez de pensar lo peor de otros, piense lo mejor de ellos. A nosotros no nos gustaría que otros pensaran lo peor de nosotros; así que, ¿por qué haríamos esto con ellos (Mateo 7:1,12)? ¡Si cavamos un hoyo para otros, podemos caer en el mismo!

  3. Busque amigos que sean positivos. «Hierro con hierro se aguza» (Proverbios 27:17). Por otra parte, «las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres» (1 Corintios 15:33). ¡El negativismo es más contagioso que el sarampión o incluso el coronavirus!

  4. Proteja su corazón y su mente (Proverbios 4:23). Pablo escribió: «Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad» (Filipenses 4:8). ¡Dé la bienvenida a los pensamientos buenos!

  5. ¡Piense en cuanto al cielo! Pedro escribió a los cristianos que estaban siendo perseguidos: «ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado» (1 Pedro 1:13). Los cristianos que disfrutan del negativismo no tienen sus corazones fijos en el cielo. ¡Es imposible enfocar la mente en el cielo y ser negativo al mismo tiempo!

Finalmente, se puede decir que nuestro mundo tiende a abrigar el negativismo, pero los cristianos no son de este mundo (vea Romanos 12:2; Filipenses 3:20; 1 Juan 2:15). El reto que tenemos es ver las cosas de este mundo de una manera diferente al que el mundo las ve. Nosotros podemos hacer esto a través de Cristo que nos fortalece (Filipenses 4:13).