Mi “Biblia” Enseña Error

Muchos de nosotros tenemos y usamos una Biblia de estudio. Las Biblias de estudio incluyen introducciones a los libros, notas históricas y arqueológicas, etc. Algunas Biblias de estudio tienen secciones que aplican la enseñanza bíblica a la vida diaria; algunas tienen secciones que responden preguntas que la gente hace.

Yo no uso comúnmente una Biblia de estudio, pero cargo un Nuevo Testamento de bolsillo que incluye los libros de Salmos y Proverbios. En la parte de atrás, mi Nuevo Testamento de bolsillo tiene una sección llamada “Dónde Encontrar Ayuda…”, un plan de lectura diaria, lecturas sugeridas (incluyendo algunos pasajes en cuanto a las varios aspectos de la vida de Jesús), enseñanzas sobre el Espíritu Santo, las virtudes cristianas y los Diez Mandamientos, y una sección llamada “Jesús Salva”.

La última sección tiene la intención de enseñar lo que se debe hacer para recibir la salvación. Esta incluye sub-secciones llamadas “El Amor y Plan de Dios”, “Jesucristo Está Vivo” y “Cómo Recibir el Amor y Plan de Dios”. Según esta sección, se recibe el amor de Dios al hacer lo siguiente: (1) Reconocer el problema. (2) Admitir que se es pecador. (3) Reconocer que Jesús murió por los pecados. (4) Comprometerse con Jesús. (5) Recibir a Jesús como Salvador personal. Para recibir a Jesús como Salvador personal, este Nuevo Testamento de bolsillo presenta una “Oración para Recibir a Jesucristo”; también se conoce a esto como la “Oración del Pecador”.

Pero incluso los predicadores denominacionales ahora están reconociendo que la oración del pecador no es bíblica. Kurt Gebhards, ex predicador de la iglesia donde el famoso escritor John MacArthur predica, escribió un capítulo en el libro de MacArthur, ¡en el cual criticó la oración del pecador! Él señaló:

En contraste a la creencia popular, el lenguaje en la mayoría de las oraciones de los pecadores simplemente no es bíblico. Además, el resultado de usar la oración del pecador es que se debilita a las iglesias, se engaña a la gente y se fomenta las conversiones falsas (MacArthur, 2011, p. 133).

¡Increíble! Considerando que esta cita viene de un predicador denominacional, ¡esto es muy revelador!

Aunque el argumento contra la oración del pecador es más fuerte de lo que Gebhards sugiere, sus razones son válidas. La oración del pecador reduce el impacto del Evangelio. La oración del pecador interrumpe el progreso de nuevos creyentes. La oración del pecador entorpece la pureza de la iglesia. La oración del pecador brinda seguridad falsa.

Como una alternativa, ¡Gebhards sugiere enseñar y predicar la Gran Comisión! ¡Qué concepto! Desafortunadamente, Gebhards todavía trata de diluir el Evangelio, ya que todavía insiste en que el bautismo simplemente es una “declaración pública de entendimiento y creencia en el Evangelio” (p. 146). Realmente, el bautismo es mucho más que eso (cf. Marcos 16:15-16; Mateo 28:18-20; Hechos 2:38; 22:16; Romanos 6:3-5; Gálatas 3:27; 1 Pedro 3:21). Sin embargo, él continuó escribiendo: “Pero la versión escritural de esta profesión pública es el bautismo, no la oración repetida. Al elevar la oración a este nivel, el resultado es realmente la minimización del bautismo” (p. 146). Sin duda, ¡Gebhards sugiere que los predicadores dejen de usar la oración del pecador!

Mi punto en este artículo es que debemos ser muy cuidadosos en aceptar y creer lo que leemos en las notas externas de nuestras Biblias de estudio. El hecho de que estas notas estén impresas juntamente con la Palabra de Dios y que estén dentro de la misma cubierta no significa que sean parte de la Palabra de Dios.

Referencia

MacArthur, John (2011), Evangelismo: Cómo Compartir el Evangelio Fielmente [Evangelism: How to Share the Gospel Faithfully] (Nashville, TN: Thomas Nelson).