¿Necesitan los Cristianos un Sacerdocio Terrenal para Interceder por Ellos?

Pregunta:

“Algunas religiones enseñan que se necesita un sacerdote para mediar por el cristiano ante la presencia de Dios. Sin la intercesión del sacerdote, entonces el cristiano que peca no puede recibir el perdón o acercarse a Dios. ¿Es cierto esto?”.

Respuesta:

Mientras el Antiguo Testamento, particularmente el libro de Levítico, contiene ceremonias detalladas para el nombramiento de sacerdotes, el Nuevo Testamento no contiene ninguna. La razón es que el Nuevo Testamento enseña el sacerdocio de todos los creyentes.

Hablando a los cristianos (no al clero), Pedro escribió, “Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo” (1 Pedro 2:5). Pedro después habló de la importancia de Cristo, Quien fue rechazado por los edificadores (las autoridades religiosas) pero que llegó a ser la preciosa y “principal piedra” de la iglesia para los creyentes (2:6-8). Él luego añadió, “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel…” (2:9).

Bajo el Antiguo Pacto, el sacerdote intercedía entre Dios y el hombre, y ofrecía los sacrificios necesarios ante Dios. Pedro dijo que los cristianos son “sacerdocio santo para ofrecer sacrificios espirituales”. Pablo describió la naturaleza de los sacrificios adecuados que los cristianos deben ofrecer: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional” (Romanos 12:1). El culto racional de los cristianos es presentar sus propios cuerpos como sacrificios vivos ante Dios. Dios condenó al Rey Saúl por ofrecer sacrificios no-autorizados (1 Samuel 13:12-13; 15:22), así que el sacerdocio de todos los creyentes es un cambio significativo.

El énfasis en el Nuevo Testamento es que cada miembro de la iglesia es importante. Pablo comparó la iglesia a un cuerpo humano, con Cristo como la cabeza y con todos los creyentes como los miembros de ese cuerpo (Romanos 12:4-5; cf. Colosenses 1:18). Como miembros del cuerpo de Cristo, todos los cristianos, como “sacerdocio santo”, tenemos un ministerio para el mundo. Cuando los judíos comenzaron a perseguir a la iglesia, los apóstoles permanecieron en Jerusalén, pero los miembros se esparcieron e “iban por todas partes anunciando el evangelio” (Hechos 8:4). Los que predicaron la Palabra fueron simplemente cristianos, miembros de la iglesia.

Y ya que los cristianos son un sacerdocio real, no hay necesidad de un sacerdocio terrenal para interceder por ellos ante Dios. Todos los cristianos pueden dirigirse a Dios directamente a través de Cristo por medio de la oración. Al mismo tiempo, cada miembro de este sacerdocio tiene una responsabilidad en la cual ministra, viviendo una vida de pureza ante el mundo.