¿Quién es el que habla en Apocalipsis 22:9?
Resumen | En Apocalipsis 22:9, «alguien» impidió que Juan lo adorara. ¿Era tal personaje un ángel o nuestro Señor Jesucristo? |
Las reglas de interpretación bíblica demandan que se determine la fuente del discurso. Sin embargo, ya que los escritores de la Biblia no usaron comillas (como lo hacemos hoy) para introducir el discurso de los personajes, y ya que no siempre clarificaron la fuente del discurso al usar frases como «Jesús dijo», «El ángel dijo», o «El apóstol Pablo dijo», en algunas ocasiones puede ser difícil (o incluso imposible) determinar con certeza quién es el que habla en un pasaje particular. En algunos casos, la conclusión a la que se llegue debido a la ambigüedad de la fuente del discurso no afecta en absoluto la verdad. Por ejemplo, ¿quién es el que habla en el pasaje conocido de Juan 3:16: el escritor del evangelio o Jesús mismo? Los eruditos están divididos al respecto,[1] pero en el fondo, la verdad todavía es la misma, sea que hubiera salido de los labios de nuestro Señor o de la tinta del evangelista.
En otros casos, la determinación de la fuente del discurso es más crítica, como en Apocalipsis 22. Este capítulo de la Biblia puede dejar al lector un poco confuso en cuanto a quién —un ángel o Jesús— es el que habla en algunos pasajes específicos. El versículo 9 es de interés especial ya que el hablante evita que el apóstol Juan lo adore, diciendo: «yo soy consiervo tuyo», y en cambio, lo insta a adorar «a Dios». Esto parece indicar que el hablante es un ángel, pero pocos versículos después (vss. 12-13), y sin ningún cambio claro del sujeto, se puede leer palabras que evocan en la mente la imagen del Hijo del Hombre: nuestro Señor Jesucristo. Entonces, ¿quién realmente habla en el versículo 9?
La mejor manera de averiguar la fuente de este discurso es considerar el capítulo completo y ver quién calza mejor con el contexto inmediato y general.
Un ángel habla en el versículo 6, aunque el griego no lo identifica con la palabra «ángel» (que es añadida con fines de aclaración en algunas de nuestras versiones modernas).[2] Pero es claro por el contexto que el griego eipen («dijo») hace referencia al mismo personaje del versículo 1, quien estaba mostrando la visión a Juan. Adicionalmente, «Apocalipsis 22:1 pertenece al capítulo anterior, y es una continuación del mismo relato, no como una nueva visión sino como parte de la anterior, que el mismo ángel (como en Apocalipsis 21:9) procede a mostrar a Juan».[3] Por tanto, el sujeto en el versículo 6 (como en el versículo 1) es el mismo ángel del capítulo anterior (21:9): el ángel del Señor. También es claro que el ángel habla nuevamente en Apocalipsis 22:9, ya que él es el último sujeto en el versículo 8.
La fuente del discurso en los versículos 10-11 es un poco más difícil de determinar. Algunos eruditos consideran estos versículos como las palabras de nuestro Señor.[4] Pero la construcción similar legei («dijo»), que aparece en el versículo 9 para introducir las palabras del ángel, parece sostener la conclusión de que estos versículos constituyen la conclusión del discurso angélico. Sin embargo, no hay ninguna verdad bíblica que sea contradicha o puesta en riesgo si se entiende estos versículos como las palabras del ángel o de Jesús.
Por otra parte, el versículo 12 introduce nuevamente las palabras de nuestro Señor Jesucristo. En el libro de Apocalipsis se usa comúnmente el enunciado «He aquí yo vengo pronto» (cf. 3:11) con relación a Él. Esta declaración aparece en el versículo 7, sin introducción al Cristo resucitado, pero es claro que tal expresión Le pertenece. Otra vez, la misma expresión aparece en el versículo 20 (aunque traducida como «vengo en breve» en la RVR1960), donde el apóstol inspirado responde con la afirmación: «Amén; sí, ven, Señor Jesús». Además, el hablante del versículo 12 es identificado inmediatamente como «el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último» (vs. 13), «Jesús» y «la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana» (vs. 16). Aunque la descripción «el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último» es una descripción compartida por todas las Personalidades de la Deidad sagrada, en este contexto es claro que son descripciones del Hijo de Dios.[5]
La gramática griega en este capítulo puede ser algo ambigua debido al cambio repentino del sujeto sin introducción previa, pero al considerar el contexto se puede llegar a la siguiente conclusión: El ángel de Dios cambia de «mostrar» (vs. 1) a «hablar» en el versículo 6, e interactúa con Juan hasta el versículo 11 (con la excepción del versículo 7). Por tanto, es el ángel de Dios, no Jesús, quien rechaza la adoración del escritor inspirado en el versículo 9 (cf. Apocalipsis 19:9-10 con Mateo 14:33, 28:9 y Apocalipsis 5). Los versículos 7 y 12 contienen la frase de referencia, «He aquí yo vengo pronto», que enfatiza el mensaje general del libro y la razón para la perseverancia cristiana. En el versículo 12, esta frase introduce las declaraciones de Cristo mismo, las cuales son intercaladas con las declaraciones del escritor inspirado por el resto del capítulo.
[1] Por ejemplo, Juan 3:16 aparece en comillas en el interlineal reverso de William D. Mounce, indicando que las palabras pertenecen a Jesús. Por otra parte, en sus Descripciones de palabras del Nuevo Testamento, Archibald T. Robertson declara que este versículo introduce las palabras del evangelista, y que «no es una cita de Jesús». —Archibald T. Robertson, Robertson’s word pictures of the New Testament [Descripciones de palabras del Nuevo Testamento de Robertson], sobre Juan 3:16, Study Light, https://www.studylight.org/commentaries/eng/rwp/john-3.html.
[2] Como en la DHH, NBV, NTV, NVI, PDT, BLP y la TLA.
[3] John Gill, Exposición de la Biblia completa [Exposition of the whole Bible], Study Light, https://www.studylight.org/commentaries/eng/geb/revelation-22.html, énfasis añadido.
[4] Por ejemplo, Gill, Exposición.
[5] Los Testigos de Jehová niegan que la frase «el Alfa y la Omega» haga referencia a Jesús, sea en Apocalipsis 22:16 o en otro pasaje. Sin embargo, en Apocalipsis 1:11 y 17 se usa esta expresión con referencia al que vive y que «estuvo muerto» (vs. 18), Quien es claramente identificado como «uno semejante al Hijo del Hombre» (vs. 13). No hay duda de que estas son alusiones a nuestro Señor Jesucristo. Para leer la explicación de los Testigos, vea «El punto de vista bíblico: ¿Quién es “el Alfa y la Omega”?», Biblioteca en línea Watchtower, https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/101978608.
Publicado el 6 de marzo de 2023 en www.ebglobal.org.