Razonamiento simple en cuanto al aborto
Resumen | El aborto es un tema cargado de emociones, pero es fácil de entender. Razonemos de manera simple en cuanto al aborto. |
Parece que el tema del aborto nunca deja de ser un «tema de moda», especialmente cuando se acerca el tiempo de votaciones electorales. Este artículo no se enfocará en la legalidad del tema, sino en la moralidad (o inmoralidad) del tema. En realidad, la moralidad debería determinar la legalidad. El cristiano siempre buscará discernir cualquier tema en vista del estándar de la Palabra de Dios, no de lo que parece ser correcto (Proverbios 14:12), de la opinión popular o del voto mayoritario.
El proceso de este estudio será responder racional, sensible y bíblicamente las creencias y argumentos comunes de la comunidad proaborto. El espacio no permitirá estudiar todos los detalles, o desarrollar profundamente cada detalle que se aborda, pero un poco de razón y revelación en cuanto a este tema nos ayudará grandemente a discernir la verdad (vea 1 Corintios 2:12-16).
«Este es mi cuerpo»
Algunos argumentan que la mujer puede someterse a un aborto ya que, después de todo, ella es «dueña de su cuerpo». A primera vista, este argumento puede sonar correcto, pero realmente es erróneo. La Escritura enseña que nuestro cuerpo no nos pertenece y que debemos usarlo para la gloria de Dios (1 Corintios 6:19). Aquí podemos notar que la creencia de una persona moldeará radicalmente su perspectiva y moralidad. Los cristianos son administradores del cuerpo que Dios les ha dado (como también lo es toda la gente, sin importar la ignorancia de este hecho).
En cuanto al argumento bajo discusión, algunos proponentes hacen distinciones morales basados en la «ubicación» del bebé. En otras palabras, si el bebé está en el vientre, simplemente es una masa de tejido, y la madre puede hacer lo que le plazca con «esto». Pero ¿por qué debería la ubicación del bebé marcar alguna diferencia moral? ¿Es aceptable el aborto tres segundos antes del nacimiento, pero no es aceptable tres segundos después? Para algunos, la práctica del aborto cuando el feto está en el vientre puede parecer menos barbárica que después del nacimiento, pero lo cierto es que se está poniendo fin a la misma vida. El hecho de que no se vea directamente al bebé cuando se lo mata no cambia la verdad de que se esté haciendo esto. ¡Esto no cambia la naturaleza del crimen!
Obviamente, Moisés no razonó de la manera en que el mundo razona hoy. Él declaró en Éxodo 21:22-25: «Si algunos riñeren, e hirieren a mujer embarazada, y esta abortare, pero sin haber muerte, serán penados conforme a lo que les impusiere el marido de la mujer y juzgaren los jueces. Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe».
Note tres puntos importantes. Primero, no hay nada en el texto que se relacione al tiempo del embarazo; sea tres meses, ocho meses, etc., ¡esto no importa! Segundo, el texto considera al «tejido» dentro de la mujer como una vida. ¡La vida es sagrada! Los seres humanos son hechos a la imagen de Dios (Génesis 1:26-27). Finalmente, ¡la seriedad de la penalidad del crimen en el texto («vida por vida») debería ayudarnos a entender la importancia de la vida!
En algunos estados de Norteamérica, se determina la legalidad del aborto según el trimestre de gestación de la mujer. Sin embargo, es arbitrario decir que el aborto es moral el último día del segundo trimestre pero que es inmoral el primer día del tercer trimestre. Recuerde que las leyes de los hombres no determinan la moralidad de Dios. Nosotros somos responsables de obedecer primero a Dios (vea Hechos 5:29), sin importar lo que las leyes de la tierra digan. Legal no siempre significa moral.
Desde luego, la Biblia condena estrictamente el derramamiento de sangre inocente (Proverbios 6:17); y ¿qué sangre es más inocente que la de un bebé en el vientre?
«Esto no está vivo»
¿Cuándo comienza la vida? Esta pregunta es crucial para evaluar la moralidad del aborto. ¿Por qué se debería condenar el aborto si no hay vida de por medio?
Lo cierto es que incluso la comunidad científica (que algunas veces no es tan científica) generalmente acepta que, cuando el ADN de una madre y un padre se une, una nueva vida es concebida. Ciertamente esto añade peso a la refutación del argumento en cuanto al cuerpo de la mujer: si incluso fuera cierto que una mujer tiene autoridad total sobre su propio cuerpo, todavía se pudiera argumentar que hay algo en ella que tiene su propia identidad, algo que depende de ella pero que al mismo tiempo es distinto a ella.
El Salmo 139:13-15 dice: «Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra».
Note que el escritor inspirado atribuye humanidad al bebé que todavía no ha nacido. La Escritura frecuentemente da nombres a los bebés en el vientre (Génesis 17:19; Jeremías 1:5; Mateo 1:21; Lucas 1:13). El bebé no nacido tiene identidad individual y es una persona en sí misma.
Identificar algún punto diferente, aparte de la concepción, como el punto en el cual comienza la vida es completamente subjetivo y carece de fundamento científico.
«Pero no estamos listos para tener un bebé»
Frecuentemente esto es cierto en el caso de muchas parejas. Desde luego, el problema no es el bebé; el problema es que la pareja se ha involucrado en una actividad que naturalmente dio como resultado la situación en la cual ahora se encuentra. Nosotros debemos estar dispuestos a aceptar las consecuencias de las decisiones que tomamos. Antes de saltar de un avión, una persona primero debe pensar muy bien cómo hará para «aterrizar» sin arriesgar su vida. La relación sexual entre un hombre y una mujer es un asunto serio. Los que se involucran en ella deben hacerlo en armonía con el plan de Dios (Hebreos 13:4) y el propósito familiar definido.
Es cierto que una persona (o una pareja) puede carecer de madurez o recursos materiales para la crianza de un bebé. En algunos casos, puede desear continuar con su educación o carrera profesional, y la llegada de un bebé puede dificultar tal meta. Otra vez, esto se debe pensar con anticipación; cuando ya se ha concebido a un bebé es demasiado tarde para hacer planes en cuanto al pasado. Entonces, ¿qué debería hacer la persona o pareja?
Aunque estas y otras circunstancias pueden ocasionar dificultades, pueden ser sobrellevadas. Cuando la persona las aborda con oración y dedicación, puede crecer espiritualmente (vea Santiago 1:2-5). Frecuentemente, a través del trabajo arduo, una pareja puede mejorar su situación financiera. Hay también otras oportunidades educacionales que todavía se pueden aprovechar. Pero el punto importante es que se debe entender que nuestras ambiciones y metas pueden ser cambiadas o ajustadas; después de todo, ¿qué es más importante que criar a un alma preciosa para conocer y servir al Señor?
Muchos en la iglesia han ofrecido ayuda en este respecto, pero se debe ejercer cautela para no abrumar demasiado a otros. Aunque esta situación puede ser difícil, es vital que las parejas lleven su propia carga tanto como sea posible (cf. Gálatas 6:7). Si hacemos lo que es correcto y buscamos llevar nuestra propia carga, ¡Dios brindará Su apoyo y provisión!
«Pero ¿qué acerca de la violación?»
Muchos años atrás, cuando era un estudiante en la Escuela Secundaria de Fox en Arnold, Missouri, un hombre llamado Dan Quayle habló con el cuerpo estudiantil. En tal tiempo, el Sr. Quayle era candidato para la vicepresidencia, juntamente con George H. W. Bush. Después de su discurso, el Sr. Quayle respondió preguntas del cuerpo estudiantil. Una de las preguntas tuvo que ver con su posición en cuanto al aborto. Su respuesta fue directa, algo como: «Simplemente, estoy en contra del aborto». El estudiante respondió con la pregunta: «¿Qué pasaría si su esposa fuera violada y quedara embarazada?». Él respondió: «Entonces, nosotros tuviéramos un bebé».
Aunque el evento de la violación excede cualquier dolor o sufrimiento que muchos experimentamos en la vida, quitar la vida al bebé no es la solución; en cambio, tal acción con mucha probabilidad añadirá trauma mayor a la situación.
No conozco a nadie que minimice la dificultad en la cual se encuentra la mujer que ha quedado embarazada debido a una violación. Ciertamente, ella tuviera gran necesidad de compasión y oración frecuente. Pero también se debe recordar que el bebé no tiene la culpa de nada. Ese bebé precioso puede ser criado para tener una vida completamente diferente a la vida del padre biológico. Otra vez, aunque la situación sería indescriptiblemente difícil, también podría ser una oportunidad de vencer el mal con el bien. Pablo dijo: «No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal» (Romanos 12:21). Tal vez esto puede ser comparado a lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz.
En el fondo, también sabemos que hay situaciones en que la gente no esta realmente lista o no es capaz de proveer para las necesidades de un bebé. En el caso raro del embarazo por violación,[1] una mujer puede concluir que no puede lidiar con la situación y asumir el rol de madre del bebé. En tal caso, todavía hay una opción legítima que puede ser de bendición para otros. La mujer puede decidir que lo mejor es dar en adopción al bebé, no solamente por el bien personal de ella, sino también por el bien del bebé. En este caso habrá una familia que estará agradecida de la decisión sacrificial de permitir que el bebé nazca y que finalmente sea criado por ellos.
«Pero el padre no quiere hacerse responsable»
Ciertamente es lamentable que en muchos casos no se pueda contar con el padre para brindar ayuda, financiera o de cualquier otra índole, que el bebé necesitará, pero esto no cambia la moralidad en cuanto al aborto. Si una mujer da a luz a su hijo, esto puede significar que será una madre soltera. Como hombre, tengo incluso problemas en imaginar cuán difícil es esta situación para una mujer. Pero sé, por el ejemplo de muchas mujeres, que esto se puede lograr, y sé que Dios bendecirá a la mujer que busca hacer lo que es correcto.
Por otra parte, la iglesia debería ayudar a aquella mujer para tomar la decisión correcta. Estemos siempre listos a brindar apoyo a las personas que se encuentran en situaciones difíciles como esta.
«¿Qué acerca del control de la natalidad?»
Esta fuera del propósito de este artículo evaluar todas las formas de control de natalidad que existen hoy. No obstante, debemos señalar que hay formas de control de natalidad cuyo propósito es causar aborto del ovulo fertilizado. Este es el caso de la «píldora del día después».
Algunas otras formas comunes de control de natalidad pueden tener cierto grado de posibilidad de aborto. Así que los cristianos deben investigar cuidadosamente el método de control de natalidad que usen. Prevenir que se forme una nueva vida es algo diferente a abortar una vida después que ha sido producida.
CONCLUSIÓN
Al considerar la perspectiva moral, no es difícil entender el tema; pero emocionalmente, puede ser muy difícil. Tener un bebé cambia las cosas, pero ningún reto personal se compara al valor de una vida que Dios ha hecho posible. Escoja, enseñe y promueva el valor de la vida.
[1] La mayoría de las estadísticas indican que el embarazo ocurre en el 5% de violaciones. Vea Holmes, Melisa M., et al., «Embarazo relacionado a la violación: Cálculo y características descriptivas de una muestra nacional de mujeres» [«Rape-related pregnancy: Estimates and descriptive characteristics from a national sample of women»], AJOG 175.2 (1996): 320-325, agosto, doi: 10.1016/S0002-9378(96)70141-2.
Publicado el 24 de octubre de 2022 en www.ebglobal.org. Traducido por Moisés Pinedo. Publicado originalmente en Familia Cristiana, 7.2 (2022): 8-11.