Reflexiones sobre el Tiroteo en Florida

Resumen

Los tiroteos en escuelas públicas están siendo cada vez más comunes. No pasemos por alto las razones principales.

Si ha visto o leído las noticias recientemente, estará informado del tiroteo en Parkland, Florida, en el cual Nikolas Cruz, de 19 años, mató a 17 personas (14 estudiantes y tres miembros de facultad) en la Escuela Secundaria Marjory Stoneman Douglas. Después de disparar a gente en aulas y pasillos, se deshizo del arma homicida y escapó entre los estudiantes que huían. Luego caminó a Walmart, compró una gaseosa en Subway y entró a McDonald’s. Poco después fue arrestado por la policía.[1]

Mientras los familiares lamentan la pérdida de sus seres queridos y la nación completa es testigo de esta exhibición repugnante de maldad, algunas preguntas deben ser respondidas. La familiar de una víctima escribió en Facebook: “Un lunático…con una semiautomática tomó la vida de mi hermosa prima. ¿¿¿Por qué??? ¿Por qué???”.[2] El gobernador de Florida se unió al sentimiento y preguntó: “¿Por qué tuvo que pasar esto en este país? ¿Por qué tuvo que pasar esto en este estado?”.[3]

Al tratar de buscar respuestas para esta tragedia, no deberíamos pasar por alto todo el panorama. Esta tragedia es una entre demasiadas que suceden en este país. En promedio, sucede alrededor de un tiroteo en masa por día en algún lugar de los Estados Unidos[4]—llegando a ser eventos “regulares” los tiroteos en colegios (e iglesias). Mientras la política se enfoca en el control de armas y la enfermedad mental y descarta estas tragedias hasta que suceda la próxima, debería ser claro que hay razones fundamentales para esta clase de maldad desenfrenada.

No Hay Respeto por Dios

Como nación, neciamente hemos renunciado a la idea de Dios y por ende Le hemos olvidado (Salmos 14:1). No todos hemos hecho esto; algunos Le amamos y respetamos profundamente. Sin embargo, todos todavía enfrentamos las consecuencias repulsivas de vivir en una nación que, colectivamente, ha olvidado a Dios.

Por demasiados años, hemos estado enseñando en nuestras escuelas públicas la teoría dañina que sugiere que somos el producto de la evolución sin sentido y que por ende no hay Dios que honrar, temer y amar. Decimos a nuestros estudiantes que ellos vienen de los animales, son animales y que, por el resto de sus vidas, serán animales—¡y luego nos preguntamos por qué ellos se comportan como animales!

Les decimos que no hay Dios en el cielo a Quien darán cuenta (Romanos 14:12), y luego lamentamos el hecho que ellos no respeten la autoridad, sea en el cielo o en la tierra. ¡Haga que un grupo de hermanos crea que no existe tal cosa como un padre sobre ellos y pronto habrá caos en el hogar! ¡Haga que un grupo de estudiantes crea que no existe tal cosa como un maestro sobre ellos y pronto habrá caos en el aula! ¡Haga que un grupo de ciudadanos crea que no existe tal cosa como un Dios sobre ellos y pronto habrá caos en la nación! De hecho, si Dios no existiera, “entonces nada sería inmoral; todo sería lícito”.[5] Como el amado apóstol Pablo concluyó después de describir el camino de los impíos (Romanos 3:10-17), “[n]o hay temor de Dios delante de sus ojos” (vs. 18).

No Hay Respeto por el Estándar

No solamente despreciamos a Dios, sino también despreciamos Su Palabra santa. Sus caminos están demasiado llenos de preceptos, mandamientos, estatutos, leyes, testimonios, juicios y ordenanzas para nuestro gusto nacional permisivo y tolerante (Salmos 119). Prohibimos la lectura de Su Palabra en la escuela y luego lamentamos que nuestros hijos hayan crecido sin un estándar absoluto para lo bueno y lo malo. Lo cierto es que, si alguien no escucha la Palabra de Dios, ¿la voz de quién escuchará? Cuando nuestros hijos crecen y disparan a sus compañeros y terminan en la cárcel, entonces les damos la Biblia para que lean—¡el mismo libro que pudo haber prevenido que ellos terminen en la prisión en primer lugar!

Como nación, no leemos la Biblia en las escuelas; ¡incluso no la leemos en el hogar! Nuestro conocimiento o rechazo patético de la Palabra de Dios está pavimentando el camino a nuestra destrucción nacional (cf. Oseas 4:6). Ponemos la Palabra de Dios a un lado y escuchamos la “sabiduría” moderna que describe la disciplina corporal adecuada para los niños como una clase de abuso infantil (cf. Proverbios 23:13). Permitimos que el Hollywood depravado enseñe “moralidad” a nuestros hijos, y que los juegos de video violentos moldeen su carácter (cf. 1 Corintios 15:33). No consideramos seriamente nuestra responsabilidad paternal, ni enseñamos responsabilidad adecuada y dominio propio a nuestros hijos (cf. Efesios 6:4). La mayor parte de nuestra “destreza de crianza” tiene que ver con hacer compras para nuestros hijos, darles todos los juguetes y aparatos nuevos que quieran, tratar de ser “amigos divertidos” para ellos, y hacerles creer que merecen todo en todo momento. ¡Esta clase de “crianza” está produciendo una generación auto indulgente, rebelde, ociosa e impía!

Por otra parte, si abriéramos las páginas de la Biblia y las leyéramos y enseñáramos diariamente a nuestros hijos (cf. Deuteronomio 6:4-9), ellos aprenderían a ser hijos, esposos, padres, vecinos, trabajadores y ciudadanos productivos (Colosenses 3:18-25). Aprenderían que toda persona es creada a la imagen de Dios (Génesis 1:26-17), que deben amar a otros como a sí mismos (Mateo 22:37-39) y que Dios aborrece el derramamiento de sangre inocente (Proverbios 6:16-17).

Pero en vez de permitir que las tragedias como la de Florida nos guíen a postrarnos y despolvar las páginas de la Biblia para encontrar las instrucciones de Dios para nuestras vidas, aquellos entre nosotros que tienen disposición obstinada levantan su puño al cielo y culpan a Dios por no parar esta desgracia con Su mano todopoderosa (cf. Lucas 23:39-40)—¡cuando nosotros mismos somos los que Le hemos rechazado y a Su Palabra y nos hemos sumergido en este cieno profundo!

No Hay Respeto por la Vida

Esto debería ser claramente obvio para cualquier cristiano y persona sensible. Después del tiroteo en la escuela de Florida, varias escuelas a través de la nación recibieron amenazas de violencia. Con un “rifle” en la mano, un estudiante de secundaria en Carolina del Sur puso una foto de sí mismo en un medio social con el título: “Mañana Es la Segunda Ronda de Florida”. Cuando se le arrestó, declaró que la foto era una “broma”. En Ohio, otro estudiante escribió en un sitio social que podía “superar el índice de muertes” de la escuela en Florida; y en Arkansas, otro escribió que “haría una balacera en la escuela secundaria como se hizo en Florida”.[6]

Aunque estos estudiantes pueden no haber tenido la intención de llevar a cabo sus amenazas, es evidente que existe temeridad grandemente inexcusable y despreciable contra la vida entre nuestros jóvenes. No se debería ignorar esta falta de respeto al sugerir que esto solo es un acto travieso e inofensivo que caracteriza a la juventud de hoy. Estos jóvenes con falta de sensibilidad y respeto por la vida humana (y por aquellos que están de luto) serán los asesinos de mañana (si es que ya no lo son hoy).

¿Pero de quiénes heredaron estos jóvenes su falta de respeto infame por la vida que Dios da (Hechos 17:25)? Otra vez, como nación, hemos pavimentado el camino para esta clase de actitud repulsiva. Somos culpables, y nuestras manos están llenas de sangre (Isaías 1:15). Cada año, matamos alrededor de un millón de bebés inocentes en la matriz por medio del aborto.[7] Matamos a los nuestros, a nuestra familia, a los más inocentes, a los más indefensos; les matamos de la manera más brutal, les rompemos en pedazos y luego les tiramos en el basurero más cercano; financiamos agencias como Paternidad Planeada para promover este holocausto, protegemos a doctores carniceros que realizan esta masacre, y animamos a los padres para hacer del hogar del no nacido un campo de batalla sangriento. ¡Luego nos preguntamos por qué hay una ola criminal de jóvenes que dispararan a desconocidos en las escuelas! Ciertamente, no hay respeto por la santidad de la vida.

No Hay Respeto por la Justicia

La justicia verdadera no es una preocupación principal en esta nación; no nos gusta las consecuencias del pecado, pero nos gusta coquetear, jugar y participar en el pecado. Cuando se realiza un acto criminal de esta naturaleza, somos rápidos en arrestar al delincuente para encerrarle en una celda donde le damos comida gratis tres veces al día, cuidado médico gratis y equipo de ejercicio gratis para que así nuestro criminal pueda conservar su buena salud. Luego le dejamos allí por algunos años hasta que, muy probablemente, es liberado para hacer lo mismo otra vez. Los asesinos en serie son prueba de esta clase de sistema corrupto.

La Biblia no tolera esta clase de ola criminal. En un pasaje perpetuo dado en las etapas tempranas de la historia humana, Dios sentenció: “El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre” (Génesis 9:6). Desde luego, ¡esto se aplica al derramamiento de la sangre de toda persona—sea fuera o dentro del vientre (Éxodo 21:22-23)! Dios nunca quiso que se llenara cárceles como lugares de vacaciones para criminales comprobados. Las autoridades designadas por Dios debían ejecutar a aquellos que se involucraban en el homicidio (cf. Romanos 13). Para respetar la justicia divina, se debía aplicar la sentencia diligentemente. El inspirado y sabio Salomón escribió: “Como la sentencia contra una mala obra no se ejecuta enseguida, por eso el corazón de los hijos de los hombres está en ellos entregado enteramente a hacer el mal” (Eclesiastés 8:11, LBLA). ¡Esto es exactamente lo que está pasando en esta nación!

Nuestra sociedad confusa y grandemente tolerante no entiende lo que es la justicia verdadera. Algunos declaran que ejecutar al homicida es emplear la misma clase de violencia que él ha usado; es completamente increíble ver que, incluso en el sistema legal, hay personas que piensan de tal manera irracional.[8] Si esto fuera cierto, nosotros emplearíamos violencia cuando encerramos a un criminal que ha secuestrado a una víctima y la ha encerrado. También tendríamos que deshacernos completamente de nuestro departamento policial ya que un oficial pudiera emplear “violencia” al disparar a un homicida que está disparando a otros. ¡Esto es pensamiento irracional en el grado más alto! Cuando las autoridades adecuadas ejecutan a los criminales comprobados, ellos ejercen justicia y por ende son siervos de Dios al hacerlo (cf. Romanos 13:4).

Los cristianos tampoco podemos poner a la justicia y el amor en un rincón de boxeo y hacerles pelear hasta la muerte; ¡ellos no son enemigos! Dios es amor (1 Juan 4:8) y Dios es justo (Salmos 45:6). Bajo el Antiguo Testamento, Él prescribió la pena capital para al menos 16 crímenes (e.g., Éxodo 21-22 y Levítico 18,20)[9] mientras que a la vez dio la instrucción de amar al prójimo como uno mismo (Levítico 19:18). Nosotros no podemos amar a nuestro prójimo cuando creamos un sistema en el cual el criminal no paga por su crimen, sino que hacemos que la nación pague por el sustento diario del criminal—a quien muy probablemente daremos la oportunidad futura de salir libre para nuevamente atentar la vida del prójimo.

El Dios del cielo no solamente mandó la pena capital para varios crímenes abominables, sino también mandó que el castigo fuera público para que otros temieran repetir esta clase de maldad (Deuteronomio 13:11). ¡Es un tiempo profundamente repugnante y terrible cuando una tragedia como la de Florida sucede y se llega a saber que otras personas en la nación se jactan de poder igualar e incluso superar el nivel de maldad del crimen recientemente perpetrado!

CONCLUSIÓN

¿Cuál es la solución para nuestro estado deplorable? ¿Es más control de armas? Se debe admitir que hay cosas que el gobierno pudiera hacer para disminuir la probabilidad de que las armas caigan en manos equivocadas, pero esto no lidia con el problema real. El gobierno pudiera hacer imposible la adquisición legal de un arma, y la gente buena no las compraría—mientras que los criminales las conseguirían en el mercado negro. Incluso si se quitara exitosamente todas las armas de fuego de toda la gente, los criminales todavía usarían un cuchillo de cocina, una roca, un bate, gasolina, bombas caceras[10] o un auto en movimiento para cometer sus crímenes. El problema de esta nación (como de todas las demás) es más profundo. No es un problema de armas; es un problema de corazón. Para cambiar esta nación, se debe cambiar nuestro rumbo y buscar a Dios. Debemos retomar nuestra fe en Dios, abrir Su Palabra para aprender Su voluntad para nuestra existencia personal y nacional, aprender y enseñar respeto, honor y amor por la vida que viene de Dios, y asegurarnos que se cumpla la justicia de Dios solemne y diligentemente. Dios nos ayude a regresar a Él con llanto y lamento (Joel 2:12).

Referencias

[1] Turkewitz, Julie, et.al. (2018) “Sospechoso Confesó a la Policía que Comenzó Disparando a Estudiantes ‘en los pasillos’” [“Suspect Confessed to Police that He Began Shooting Students ‘in the Hallways’”], The New York Times, https://www.nytimes.com/2018/02/15/us/florida-shooting.html.

[2] “Víctimas del Tiroteo en Florida: Familiares y Amigos Dan Tributo a las Vidas Interrumpidas” [“Florida Shooting Victims: Family and Friends Pay Tribute to the Lives Cut Short”] (2018), The Guardian, https://www.theguardian.com/us-news/2018/feb/15/florida-shooting-victims-named-family-friends.

[3] Segarra, Lisa, et.al. (2018), Time, “Policía Dice que Sospechoso fue a Walmart y McDonald’s Después de Matar a 17” [“Suspect Went to Walmart and McDonald’s After Killing 17, Police Say”], http://time.com/5158678/what-to-know-about-the-active-shooter-situation-at-florida-high-school/.

[4] “Tiroteos en Masa” [“Mass Shootings”], Gun Violence Archive, http://www.shootingtracker.com/.

[5] Dostoevsky, Fyodor (1967),  Los Hermanos Karamazov [The Brothers Karamazov] (Heron), pp. 60,244,599.

[6] Joyce, Kathleen (2018), “Escuelas a través de los Estados Unidos Reciben Amenazas de Violencia Después del Tiroteo de la Escuela Secundaria de Florida [“Schools Across US Receive Threats of Violence Following Florida High School Shooting]”, Fox News, http://www.foxnews.com/us/2018/02/16/schools-across-us-receive-threats-violence-following-florida-high-school-shooting.html.

[7] “Aborto Inducido en los Estados Unidos” [“Induced Abortion in the United States”] (2014), Guttmacher Institute, https://www.guttmacher.org/fact-sheet/induced-abortion-united-states.

[8] Bessler, John (2002), “La Pena de Muerte en América: Simplemente Otra Forma de Violencia” [“America’s Death Penalty: Just Another Form of Violence”], https://scholarworks.law.ubalt.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1091&context=all_fac; Joyce, Kathleen (2018), “Abogada Dice que Nikolas Cruz Pudiera Declararse Culpable para Evitar la Pena de Muerte” [“Nikolas Cruz Could Plead Guilty in Florida High School Shooting to Avert Death Penalty, Lawyer Says”], Fox News, http://www.foxnews.com/us/2018/02/17/nikolas-cruz-could-plead-guilty-in-florida-high-school-shooting-to-avert-death-penalty-lawyer-says.html.

[9] Miller, Dave (2002), “Pena Capital y la Biblia” [“Capital Punishment and the Bible”], Apologetics Press, http://apologeticspress.org/apcontent.aspx?category=7&article=683.

[10] Mccausland, Phil y AP (2018), “Un Día Antes de Parkland, Abuela Frustró los Supuestos Planes de Tiroteo de Su Nieto Contra Su Escuela” [“Day Before Parkland, Grandmother Foiled Grandson’s Alleged School Shooting Plans”], NBC News, https://www.nbcnews.com/news/us-news/day-prior-parkland-grandmother-foiled-grandson-s-alleged-school-shooting-n848426.