Su princesa se casa con un príncipe
Resumen | No podemos garantizar que nuestros hijos se casarán con alguien cristiano, pero podemos incrementar la posibilidad. |
Frecuentemente los padres hacemos referencia a nuestras hijas como «princesas». Las mujeres cristianas son «hijas del Rey». Si es que son «hijas del Rey», entonces también son «princesas». Los hombres cristianos son «hijos del Rey», o «príncipes».
Mi hija mayor encontró a un joven cristiano, y ellos ahora están sirviendo a su Salvador juntos en el matrimonio. ¿Por qué deberían los cristianos casarse con cristianos? ¿Cómo puede asegurarse de que su príncipe o princesa se casará con un miembro de la realeza espiritual?
Respondamos primero la última pregunta. Usted no puede garantizar que su hijo o hija se casará con un cristiano. Si vive en una sociedad donde los padres conciertan los matrimonios de sus hijos, entonces esto puede ser posible. Pero no hay nada que usted pueda hacer para garantizar completamente que su hijo se casará con una persona cristiana.
Incluso si su hijo se casa con una persona cristiana, usted no tiene la garantía de que tal persona será una cristiana fuerte y fiel. Tampoco tenemos la garantía de que, si ellos se casan, permanecerán juntos, casados y fieles. Simplemente no hay garantía cuando se trata de predecir el comportamiento humano.
Pero puede esforzarse para hacer que esta posibilidad sea más factible al enseñar a sus hijos en cuanto al matrimonio tan pronto como ellos comiencen a entender el tema. Cuando ellos comienzan a entender la relación entre sus padres, entonces es necesario que se comience a enseñar cuán importante es que ellos se casen con la persona correcta.
La destrucción global causada por el Diluvio del tiempo de Noé (Génesis 6-8) fue instigada por el matrimonio de los «hijos de Dios» con las «hijas de los hombres» (6:1-4). Es muy posible que estos «hijos de Dios» fueran los descendientes de Set, hijo de Adán y Eva, quienes «comenzaron a invocar el nombre de Jehová» (4:26), mientras que las «hijas de los hombres» fueran las descendientes de Caín representadas en el vengativo Lamec (4:23-24).
Abraham decidió buscar una esposa para su único hijo (Hebreos 11:17), así que envió a un siervo a su tierra ya que estaba determinado a que Isaac no se casara con una cananea (Génesis 24:3,8,37-38). No tenemos registro de que Dios hubiera mandado a Abraham a buscar cierta mujer para su hijo. De hecho, la esposa escogida, Rebeca, venía de un hogar que adoraba a los ídolos (vea 24:28; 31:19,30,35). Ya que no hay revelación divina al respecto, no podemos saberlo con seguridad. Pero Abraham sabía que Dios había pronunciado una maldición contra los cananeos (15:16), y yo pienso que él no quería que Isaac se casara y llegara a ser parte de un pueblo que estaba bajo la maldición de Dios. Desde luego, esta maldición se debía a la iniquidad de los cananeos, la cual tenía sus raíces en la idolatría.
Tiempo después, Dios mandó al pueblo de Israel que no se casara con los cananeos debido a su idolatría y la influencia poderosa que el cónyuge tiene (Deuteronomio 7:3-4). Dios no estaba prohibiendo los matrimonios entre personas de diferentes razas, sino los matrimonios entre personas de diferente fe. De hecho, estos mismos israelitas habían visto que Dios había herido mortalmente a sus propios familiares ya que habían sido influenciados a adorar a ídolos a causa de las relaciones con mujeres moabitas (Números 25:1-9).
El cónyuge de una persona influencia la manera en que se gasta el dinero, la manera en que se cría a los hijos, la manera en que se los disciplina, la manera en que se considera la ética de trabajo, la manera en que se viste y la manera en que se habla. En cada manera y aspecto de la vida, los cónyuges se influencian mutuamente. Por lo menos, ellos deben caminar juntos espiritualmente.
Por tanto, mientras sus hijos crecen, enséñeles cuán importante es esto. Dígales que su cónyuge les ayudará a tomar las decisiones espirituales correctas. Amablemente, señale a sus hijos los ejemplos que ve en otras personas, tanto positivos y negativos. Por ejemplo: «Si su esposo fuera cristiano, esto probablemente no pasaría», o «Él tiene el apoyo para hacer lo que hace ya que está casado con una mujer cristiana». Adoctrine a sus hijos en cuanto a la importancia de casarse con alguien cristiano.
Segundo, ayúdelos a entender que cuando se llega al matrimonio, también se llega a ser parte de otra familia. Ya que mucha gente es profundamente religiosa, si ambas familias tienen la misma religión, habrá menos conflictos. Lea el párrafo previo al anterior, que comienza con el enunciado: «El cónyuge de una persona influencia…». Cuanto más las familias estén unidas en este punto, habrá menos conflicto en la nueva familia.
Esaú se casó con mujeres heteas, y esto causó amargura a sus padres (Génesis 26:34-35). Esaú reconoció que casarse con las mujeres cananeas desagradaba a su padre, Isaac (28:8), así que se casó con mujeres de la familia de Ismael (28:9). Enseñe a sus hijos a valorar la unidad religiosa entre familias como un punto que contribuirá a la armonía en su vida matrimonial.
Tercero, desde el tiempo en que su hijo nazca, ore a Dios para que lo guíe a encontrar a una hija del Rey. Por mucho tiempo he orado por tres cosas para mis hijas: que ellas se casen con un cristiano fuerte, que sean siempre fieles, y que obtengan una buena educación. Nuestro yerno, Jacob, es la respuesta a esta oración.
Cuarto, dentro de los límites de la razón, ayude a sus hijos a conocer a jóvenes cristianos. Si su congregación no tiene un grupo de jóvenes, involúcrelos en un campamento bíblico, permítales asistir a una institución cristiana, o ayúdelos a evangelizar a alguien antes de pensar en una relación con tal persona. Si ellos son adultos, tal vez tendrán que mudarse a una ciudad más grande que tenga una congregación más grande donde puedan conocer a otros cristianos de su edad. Una vez que se casen, tal vez se mudarán de regreso y trabajarán juntos con la congregación más pequeña.
Los padres no podemos garantizar que nuestros hijos se casarán con alguien cristiano, pero hay cosas que podemos hacer para incrementar la posibilidad. ¡Los beneficios de esta decisión tendrán repercusiones en esta vida y la venidera!
Derechos © 2021 por www.ebglobal.org. Artículo adaptado; publicado originalmente en Familia Cristiana, 5[3]:4-5.