Una perspectiva de fe en medio de la guerra

Resumen

Recordemos que, mientras las guerras en el mundo avanzan con furia, Dios todavía reina y puede obrar de manera poderosa.

Pienso que no soy el único que está siendo impactado en mente y cuerpo por lo que ha estado sucediendo en Ucrania en estas últimas semanas. Es lamentable la pérdida de miles de ucranianos y rusos—soldados, ciudadanos, hombres y mujeres. Se ha asolado a ciudades, se ha destruido vidas y se ha separado a familias. Es realmente difícil incluso tratar de imaginar el dolor y sufrimiento.

Este artículo representa mi lucha por entender o lidiar con la maldad que todos nosotros estamos atestiguando. Quiero compartir con usted un par de pensamientos que me han dado algo de consuelo, y espero que algo de lo que escriba a continuación sea significativo para usted o que guie su mente en una dirección positiva.

Primero, han surgido historias asombrosas de valor, sacrificio y amor de en medio de todos los escombros. No hay duda de que se escucharán muchas otras historias asombrosas. Tal vez todos nosotros podemos aprender algo de tales historias y usarlas para ser más fuertes y valientes en nuestra fe. Enumerar todos los ejemplos requeriría demasiado espacio, pero se puede pensar en los ejemplos de soldados que han sido cuidados con tanta amabilidad—incluso por «el enemigo». Lo animo a ver y escuchar cuidadosamente con el fin de detectar lo bueno incluso en las situaciones más trágicas.

Segundo, no puedo dejar de pensar en cuanto a la manera en que todas estas cosas cambiarán a esa parte del mundo, y tal vez a todo el mundo. Sé que el primer instinto natural es analizar la situación según una perspectiva negativa, y ciertamente no se puede minimizar la tragedia de esta situación. Pero tal vez también se debe reflexionar en lo que Dios es capaz de hacer incluso en el peor de los momentos. De hecho, en la depresión económica, el temor de la guerra y el cambio de límites, Dios es capaz de hacer más de lo que podemos pedir o imaginar (cf. Efesios 3:20-21). Aunque Dios no ha causado este conflicto, Él puede usarlo. No pretendo saber lo que Dios puede hacer detrás de la escena, pero es pertinente pensar en lo que Él pudiera estar haciendo. ¿Pudiera estar en el proceso de abrir miles o incluso millones de corazones para el Evangelio de Cristo? ¿No promueve la pobreza intensificada la recepción del Evangelio? ¿No causan los tiempos inciertos que la gente piense en la vida más allá de la física? ¿Pudieran millones de personas considerar la vida y la eternidad de manera diferente después de que todo esto termine, o incluso antes? ¿Estaremos nosotros listos cuando esas puertas se abran?

¿Qué acerca de los niños inocentes a quienes se les ha quitado la vida tan pronto como han comenzado a vivir? Nuestros corazones se condolecen por tal sufrimiento y por las familias que han enfrentado tal angustia; en tal angustia, se debe recordar que ellos están ahora en un mejor lugar que antes. Tal vez si hubieran vivido hasta la adultez, no hubieran conocido a Jesús y Su amor, pero ahora ellos Lo conocen y disfrutan de Su amor.

Los pensamientos anteriores no tienen la intención de minimizar el dolor y el sufrimiento real que la gente está experimentando debido al conflicto entre Rusia y Ucrania, sino tienen la intención de ayudarlo a ver un rayo de esperanza a través de las nubes oscuras. Recordemos que, mientras las guerras en el mundo avanzan con furia, Dios puede obrar de manera poderosa, y Él todavía es el Rey soberano del universo. Llore y sufra con los que sufren, pero también considere la vida a través de los ojos de la fe.