Virtudes olvidadas: el discernimiento
Resumen | De todas las virtudes necesarias en el mundo, el discernimiento de lo correcto e incorrecto es una de las más olvidadas. |
Parece que muchos han olvidado la diferencia entre lo correcto e incorrecto, o tal vez a ellos no les importa más, pero otros entienden que existe lo correcto y lo incorrecto. Pero incluso estas personas, aun siendo sinceras, pueden estar distorsionando la moralidad para ajustarla a sus enfoques. Así que, es necesario considerar algunos puntos relacionados al discernimiento de lo correcto e incorrecto.
1. La Palabra de Dios es el estándar para determinar lo correcto e incorrecto
Su Palabra suple «todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad» (2 Pedro 1:3). ¡Ella determina la verdad moral! No importa lo que otros crean acerca de lo que es correcto o incorrecto; la Palabra de Dios es la verdad (Juan 17:17). El sabio escribió: «Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte» (Proverbios 14:12). La sabiduría humana es subjetiva, y muchas veces es simplemente errónea. El pensamiento o la justificación del hombre no hace que lo incorrecto llegue a ser correcto. En realidad, es necio incluso buscar otro estándar diferente a la Escritura para determinar los temas de moralidad—ya que al final la Escritura juzgará a la humanidad (vea Juan 12:48). Este punto requiere que nosotros seamos estudiantes diligentes de la Palabra de Dios.
2. En la búsqueda del discernimiento de lo correcto e incorrecto, ¡se debe considerar que la moralidad de Dios es la mejor opción!
Este principio nos ayudará mientras tratamos de identificar sinceramente lo que es correcto o incorrecto—ya que, si no somos cuidadosos, podemos llegar a justificar todo lo que deseamos. A diferencia del pensamiento de muchos, Dios no quiere evitar que nadie tenga una «vida buena». En cambio, quiere ayudarnos a tener la mejor vida posible—«amar la vida y ver días buenos» (1 Pedro 3:10), y tener vida «en abundancia» (Juan 10:10). Esta vida no se encuentra en los procederes malos o egoístas. Los procederes malos destruyen la vida productiva, significativa y feliz, incluso cuando puede haber cierta gratificación de placer asociado con el pecado (vea Hebreos 11:24-26). ¡El diablo promete mucho, pero al final no concede nada! Dios sabe cuál es la mejor vida para nosotros (vea Isaías 55:8-9). ¿Lo cree?
3. El discernimiento involucra la consideración cuidadosa y honesta de la Palabra, nuestras acciones y actitudes
Pablo señaló que debemos comprobar cuál es la buena voluntad de Dios (Romanos 12:2). El diccionario define la palabra «discernir» como «probar o examinar». Esta no es una actividad casual del cristiano, sino una actividad reverente y persistente, no solo para entender la voluntad de Dios, sino también para entendernos a nosotros mismos. No se debe abrir las Escrituras para buscar confirmar nuestra voluntad, sino para descubrir la voluntad de Él. El cristiano verdadero evaluará en oración su propia vida, mirando atentamente en la perfecta ley de la libertad (Santiago 1:25).
4. El discernimiento involucra dejar las cosas que la Escritura prohíbe explícitamente
El pecado es transgresión de la ley (1 Juan 3:4). El hijo de Dios debe evitar las acciones y pensamientos que el Nuevo Testamento prohíbe expresamente. Gálatas 5 lista algunos ejemplos de tales cosas: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, etc. (vss. 19-21). Pablo señaló que hay algunas cosas que incluso no deben existir en la vida de los cristianos (cf. Efesios 5:3-4). El cristiano puede identificar estas cosas fácilmente, pero otra vez, tal discernimiento requiere que el cristiano conozca la Palabra de Dios.
5. Algunos asuntos se condenan en principio
La Escritura no es una lista de todo pecado concebible. Sin embargo, note que al final de la lista de Pablo de algunos pecados de la carne en Gálatas 5, él añadió: «los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios» (vs. 21). Si algo calza en la misma categoría de tales cosas que Pablo mencionó específicamente, entonces es algo malo y es un riesgo para el alma del cristiano, sea que la Escritura lo mencione o no específicamente.
6. El hijo sincero de Dios no buscará escapar apenas del pecado, ¡sino se esforzará por la santidad delante de Dios!
Los cristianos deben enfocarse en las cosas de arriba (Colosenses 3:1-2). Su meta constante es el pensamiento bueno (Filipenses 4:8) y la vida justa (Tito 2:12). Es una señal de inmadurez espiritual pensar que todo lo que se debe hacer es evitar la vida de inmoralidad completa. En cambio, debemos desarrollar nuestro carácter para llegar a ser más como Jesús. Esto no solo nos retará por el resto de nuestra vida, ¡sino también será una gran bendición!
La Escritura establece la manera en que «conviene conduciros y agradar a Dios» (1 Tesalonicenses 4:1). ¡Comencemos a leerla, estudiarla y vivir según sus preceptos!
Derechos en español © 2021 por www.ebglobal.org. Traducción por Moisés Pinedo. Título original en inglés, «Forgotten virtues: discernment», en Droplets of Living Water, 3 de marzo, 2021.