Aprendiendo a Amar a Mi Prójimo

Lectura bíblica recomendada: Romanos 13:8-10

Introducción

A. Pablo escribió que ninguna cantidad de aprendizaje, sacrificio o incluso fe tiene valor sin la implementación del amor (1 Corintios 13:1-3).

B. En un tiempo en que la mayoría de nosotros casi no conoce a sus vecinos, Dios todavía demanda que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos.

Exposición

I. Para amar a mi prójimo, primero debo saber quién es.

A. Mi hermano es mi prójimo (Levítico 19:17-18).

B. El extraño también es mi prójimo (Levítico 19:9-10,33-34; Mateo 5:44-47; Lucas 10:36-37; Hebreos 13:2).

C. Mi prójimo es cualquiera con quien escojo ser amable.

II. ¿Qué requiere el amor a mi prójimo?

A. El amor a mi prójimo requiere generosidad (Levítico 19:9-10; 23:22; Deuteronomio 24:19-22; Rut 2:14-16; Hechos 4:32-5:10).

B. El amor a mi prójimo requiere integridad (Levítico 19:11-14,35-36; Colosenses 3:8-9).

C. El amor a mi prójimo requiere equidad (Levítico 19:15-16; Santiago 2:1-13).

D. El amor a mi prójimo requiere pureza (Levítico 19:19-31; Deuteronomio 7:1-6; Hechos 5:3).

Conclusión

A. Aunque los expertos de la Ley Mosaica lo pasaron por alto, el fundamento de la Ley era el amor (Lucas 11:42).

B. En nuestra vida diaria, pensemos en maneras nuevas en que podemos servir a aquellos alrededor nuestro y recordar que el amor genuino solamente procede del corazón que es puro.