Coqueteando con el Pecado

Lectura bíblica recomendada: Jueces 16:18-21

Introducción

A. ¿Alguna vez ha leído la historia bíblica de Sansón y Dalila y se ha preguntado cómo él pudo haber sido tan necio?

B. Como muchos de nosotros, Sansón pudo haber pensando en tal punto de su vida que él era tan fuerte que nada podría causar su caída.

Exposición

I. Sansón no fue el único israelita que alguna vez coqueteara con el pecado.

A. David fue culpable de hacer esto (2 Samuel 11-12).

B. Salomón también fue culpable de esto (1 Reyes 11).

C. Aunque estos hombres nunca anticiparon o desearon las consecuencias de sus pecados, lo cierto es que sus pecados causaron deshonra a su pueblo y a su Dios.

II. Algunos cristianos antiguos coquetearon con el pecado.

A. Los gálatas estuvieron coqueteando con el pecado al desear regresar a la Ley de Moisés (Gálatas 4:17; 5:9).

B. Los corintios también estuvieron coqueteando con el pecado (1 Corintios 5:1-6).

C. Pablo amonestó: “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga” (1 Corintios 10:12).

III. ¿Está usted coqueteando con el pecado?

A. Pablo señaló que “las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres” (1 Corintios 15:33; cf. Números 33:55; 1 Corintios 5:9; 2 Corintios 6:14).

B. Usted puede llegar a coquetear con el pecado por medio de las cosas que ve o escucha (cf. Romanos 14:22), o debido a los lugares a los que elige ir.

C. No hay ningún beneficio en el coqueteo con el pecado; en cambio, la pérdida es total.

Conclusión

A. Eva coqueteó con el pecado y cayó en la trampa que el diablo preparó para ella (Génesis 3).

B. Pablo instó: “Absteneos de toda especie de mal” (1 Tesalonicenses 5:22).

C. El pecado es mortal, y no es algo con lo cual el cristiano deba jugar.