Cuando Jesús Oró

Lectura bíblica recomendada: Mateo 26:36-45

Introducción

A. A veces podemos pensar que no tenemos tiempo para orar, pero lo cierto es que realmente no tenemos tiempo para no orar.

B. Si consideramos el gran privilegio que es la oración, dedicaremos más tiempo y esfuerzo para realizarla.

Exposición

I. Jesús tomó tiempo para orar aun cuando muchos otros no lo harían.

A. Frecuentemente oró cuando otros estaban durmiendo (Marcos 1:32-39; Lucas 6:12).

B. Oró cuando Su alma estaba angustiada (Mateo 14:13,23; 26:38-41).

C. Oró cuando estaba bajo gran presión (Mateo 14:23; Marcos 1:35; Lucas 4:42-43; Juan 6:15).

II. Jesús Se alejó del mundo para que pudiera estar a solas con Su Padre.

A. Esto es lo que enseñó a hacer a otros (Mateo 6:5-6).

B. Frecuentemente acudió a lugares desérticos para orar (Mateo 14:23; Lucas 5:16; 9:28-29; 22:39-44).

C. Despidió a las multitudes (e incluso a Sus apóstoles) cuando necesitó hacerlo (Mateo 14:22-23; Lucas 22:41).

Conclusión

A. Determinemos separar al menos 20 minutos al día para orar sin interrupción y presentar nuestras preocupaciones al Señor.

B. A pesar del costo, no ignoremos la gran bendición que el Señor nos ha concedido en la oración.

C. También debemos recordar que “los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal” (1 Pedro 3:12).