Cuando los Muros Caigan

Resumen

Hay “muros” en la vida que deben ser derribados. ¿Pero qué debemos hacer después que tales muros finalmente caigan?

— Lectura bíblica recomendada: Josué 6:17-20

Introducción

I. Cualquier proyecto que valga la pena tiene momentos ocasionales de problemas y desaliento.

II. Sin embargo, también hay momentos cuando los muros caen y los montes tiemblan (Efesios 2:14-19).

Exposición

I. Cuando los muros caigan, debemos darnos cuenta de que no lo logramos por nosotros mismos.

A. Es obvio que los muros de Jericó no cayeron debido a lo que Israel hizo (Josué 6:16).

B. Israel disfrutó victorias ante los egipcios (Éxodo 14:31), los madianitas (Jueces 7:1-7) y los asirios (2 Reyes 19:32-36) que solamente pueden explicarse por medio de la ayuda divina.

C. Cuando los muros caigan, debemos dar a Dios la gloria que se Le debe (Éxodo 15; Romanos 13:7).

II. Cuando los muros caigan, debemos tener en cuenta que todavía no hemos terminado.

A. Después que Israel derrotó a Jericó, continuaron a la ciudad de Hai (Josué 7:2).

B. Pablo no consideró que su trabajo había terminado sino hasta el final (Filipenses 3:13-14; 2 Timoteo 4:7).

III. Cuando los muros caigan, debemos construir algo mejor.

A. Cuando Jericó fue destruida, Dios dijo que nunca debería ser reconstruida (Josué 6:26; cf. 1 Reyes 16:34), sino que se debía edificar una nación santa (cf. Éxodo 19:6).

B. Cuando derribamos el muro (el pecado) de nuestras vidas, debemos comenzar a servir al Señor (Mateo 6:24; Lucas 11:24-26; 2 Pedro 2:20).

Conclusión

I. Lo único que evita que los muros caigan es la falta de fe y dedicación de nuestra parte (Mateo 17:19-21).

II. ¡No se dé por vencido antes del final!