El Afecto Fraternal

Lectura bíblica recomendada: 2 Pedro 3:18

Introducción

A. De todas las virtudes que se nos manda a añadir a nuestro carácter, el afecto fraternal parece ser la más natural.

B. Sin embargo, no debemos concluir que siempre es fácil mostrar la clase de amor fraternal que Dios demanda.

Exposición

I. No siempre se desarrolla el afecto fraternal fácilmente.

A. El Antiguo Testamento está lleno de ejemplos de rivalidades entre hermanos, así como en el caso de Caín y Abel (Génesis 4), y Absalón y Amnón (2 Samuel 13).

B. Incluso Pablo no siempre estuvo de acuerdo con sus hermanos en todo (Hechos 15:1-2,36-41).

C. Es triste ver peleas entre hermanos (Proverbios 6:16,19; cf. Salmos 133:1).

II. ¿Cómo podemos mostrar afecto fraternal?

A. Los hermanos se ayudan mutuamente en tiempo de necesidad (1 Corintios 12:26; Gálatas 6:2; Santiago 2:15-16; 1 Juan 3:17).

B. Los hermanos se defienden mutuamente en tiempos difíciles (Hechos 7:24-26; Hebreos 10:33-34; 11:24-25; 13:1-3).

C. Los hermanos también se reprenden mutuamente cuando es necesario (1 Corintios 5:11; Gálatas 6:1; 2:11; 4:16; 2 Tesalonicenses 3:6; Santiago 5:19-20).

D. Los hermanos deben estimularse mutuamente a hacer lo que es correcto (Lucas 22:31-32; Juan 1:41-42).

E. Los hermanos deben perdonarse mutuamente (Mateo 18:15-22).

Conclusión

A. Para amar apropiadamente a mi hermano, primero debo asegurarme de que mi corazón sea correcto (1 Pedro 1:22-23; 1 Juan 2:9-11; 3:12-17; 4:20-21).

B. Incluso cuando sea difícil, “[p]ermanezca el amor fraternal” (Hebreos 13:1).