¡Él Entiende!
Lectura bíblica recomendada: Romanos 8:26-27
Introducción
A. Nadie entiende a los niños como sus padres.
B. Si nosotros podemos entender el lenguaje de nuestros hijos, con seguridad el Padre celestial puede entender a Sus hijos.
Exposición
I. Él entiende nuestras pruebas y dolores.
A. Entiende el dolor de perder a un ser querido (Juan 11:35).
B. Entiende el pesar de la traición (Mateo 26:48-49).
C. Entiende el sentimiento de rechazo (Juan 1:11; 19:15).
D. Entiende el significado del trato injusto (Hechos 2:23).
E. Entiende el concepto del sufrimiento (Lucas 22-23).
II. Él entiende nuestras debilidades y flaquezas.
A. Moisés pensó que debía informar a Dios de sus incapacidades (Éxodo 4:10).
B. Dios nos hizo (Génesis 1:26) y por ende conoce nuestras capacidades mejor que nosotros (Éxodo 4:11; Jeremías 1:5-7).
C. Él no esperará más de lo que puede dar, ¡pero tampoco aceptará menos de lo que pueda dar (Lucas 12:47-48)!
III. Él entiende nuestras tentaciones.
A. Ya que Dios no puede ser tentado al mal (Santiago 1:13), podemos preguntarnos si puede entender lo que enfrentamos.
B. En la vida de Jesús, Dios probó que sí podía entenderlo (Hebreos 4:15).
C. Jesús fue tentado más fuertemente que cualquier otro hombre (cf. Mateo 4:1-11), pero Él nunca pecó (2 Corintios 5:21).
Conclusión
A. Aunque Dios está muy por encima de nosotros (Isaías 55:8-9), todavía puede entender a Sus hijos de manera remarcable (Romanos 8:26-28).
B. ¡Podemos sentir consuelo al saber que Dios nos conoce mejor que nosotros mismos y que nos ama más de lo que podemos imaginar!
Derechos en español © 2017 por www.ebglobal.org. Traducción por Moisés Pinedo. Título original en inglés, “He Understands!”, por Roby Ellis.