El Primer Sermón de Pedro

Resumen

El primer sermón de Pedro nos ayuda a reconocer los ingredientes que constituyen la predicación eficaz y sólida de hoy.

Lectura bíblica recomendada: Hechos 2:1-3

Introducción

I. El sermón de Pedro fue diferente a cualquier sermón que jamás haya predicado en el sentido de que fue presentado a miles de personas con la ayuda directa del Espíritu Santo.

II. Sin embargo, los ingredientes de ese sermón todavía constituyen la predicación eficaz de hoy.

Exposición

I. Su sermón estuvo lleno de escrituras.

A. Hoy algunos prefieren escuchar historias ficticias en vez de las verdades de la Biblia (2 Timoteo 4:1-4).

B. Pedro citó de manera abundante a los profetas, tales como Joel (Hechos 2:16-21; cf. Joel 2:28-32) y David (Hechos 2:25-28; cf. Salmos 16:8-11).

II. Su sermón identificó a Jesús como el Cristo.

A. Pedro probó esto al señalar las obras maravillosas de Jesús (Hechos 2:22; cf. Juan 3:2; 5:36; 7:31; 9:16).

B. Mostró que Jesús había cumplido las profecías (Hechos 2:23-24,30-35).

C. Selló estas pruebas con su propio testimonio de la resurrección (Hechos 2:32).

III. Su sermón concluyó con una invitación gloriosa.

A. Pedro informó a esta multitud de judíos de su culpabilidad en la crucifixión de Jesús (Hechos 2:23,36-37).

B. Luego les dijo lo que debían hacer para ser reconciliados con Dios (Hechos 2:38-40).

C. Muchos obedecieron al llamado del Evangelio ese día, pero muchos otros lo rechazaron (Hechos 2:41-47).

Conclusión

I. Los sermones buenos todavía están llenos de escrituras, señalan a Jesús a la gente y ofrecen reconciliación con Dios.

II. La invitación todavía está abierta para todos lo que quieran recibirla.