El Siervo Sufrido

Lectura bíblica recomendada: Isaías 52:13-15

Introducción

A. Cuando se trata de la fe, una de las “piedras” más grandes con la cuales la gente tropieza es la pregunta en cuanto a la razón del sufrimiento.

B. Muchos suponen que toda clase de sufrimiento es malo, y que el amor siempre prevendrá o quitará el sufrimiento siempre que sea posible.

C. Lo cierto es que frecuentemente el sufrimiento es beneficioso, y se puede ver el ejemplo más grande de este punto en el sufrimiento de Jesús.

Exposición

I. Jesús sufrió grandemente por nosotros.

A. Es claro que Jesús reflexionó frecuentemente en el sufrimiento físico e intenso que enfrentaría (Marcos 15:15-25).

B. Frecuentemente se subestima la angustia mental y emocional de la crucifixión (Marcos 15:13-19,29-32; cf. Juan 19:25-27).

C. Jesús sufrió la peor injusticia que cualquier otra persona jamás sufriera (Marcos 14:55-56; 15:7-10).

D. Sin embargo, el sufrimiento de Jesús fue absolutamente necesario (Lucas 24:46; Hebreos 2:10,18).

II. Nosotros debemos estar dispuestos a sufrir por Jesús.

A. Cuando somos llamados a sufrir, no debemos pensar que esto es algo sorprendente (1 Pedro 3:13-4:19).

B. Debemos recordar que el sufrimiento tiene sus beneficios (Romanos 8:16-18; Santiago 1:2-4; 1 Pedro 1:6-7).

C. Debemos tener buena actitud en medio del sufrimiento (1 Pedro 2:19-23).

Conclusión

A. ¿Estaría dispuesto a sufrir por Jesús? ¿Soportaría el sufrimiento con el mismo carácter que Él tuvo? ¿Daría su vida por Él?

B. Hay una cruz para cada uno de nosotros (Lucas 9:23). ¿Tomará la suya?