«Hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús»

Resumen

Podemos ser siervos fieles si somos diligentes y nos esforzamos en hacer el bien. Esto es lo que nuestro Amo requiere.

— Lectura bíblica recomendada: Colosenses 3:15-4:1

Introducción

I. ¿Qué dice la Biblia en cuanto a la manera en que debemos realizar nuestro trabajo? ¿Tiene esto que ver con nuestro destino eterno?

II. Pablo escribió que debemos hacer todo «de buena voluntad, como al Señor» (Efesios 6:7).

Exposición

I. José realmente nunca fue esclavo, ya que él trabajaba para Dios.

A. José no pagó con mal el trato injusto que recibió de sus hermanos (Génesis 37:11) o de sus captores.

B. A pesar del maltrato, José trabajó diligentemente (Génesis 39:3-5, 22-23).

C. Debido a su trabajo, José prosperó (Génesis 41:39-50).

II. Independientemente de quién esté sobre usted en la tierra, sírvalo bien.

A. Sirva bien en el lugar de trabajo (Filemón 10-11; 1 Pedro 2:18-24).

B. Sirva bien en el colegio (cf. Daniel 1:4).

C. Sirva bien en el hogar (Efesios 5:22; 6:1-4; 1 Pedro 3:1).

D. Sirva bien en la iglesia (Hebreos 12:28).

III. Si servimos al Amo correcto, tendremos la actitud correcta.

A. Estaremos dispuestos a llevar carga por una milla más (Mateo 5:41).

B. Haremos nuestro trabajo humildemente (Mateo 6:1-8, 16-18).

C. Recordaremos que nuestro Amo y nuestra recompensa están en el cielo (Mateo 6:19-21; Colosenses 4:1).

D. Nunca olvidaremos dar la gloria a Dios en todo lo que hacemos (Génesis 41:16; Daniel 2:26-28).

Conclusión

I. No seamos siervos negligentes (Mateo 25:26), y nunca nos cansemos de hacer el bien (Gálatas 6:9).

II. Aunque en un sentido todos somos siervos «inútiles» (Lucas 17:10), podemos ser siervos fieles (Mateo 25:20; Hebreos 3:5), y esto es todo lo que nuestro Amo requiere de nosotros (Romanos 4:3; 1 Corintios 4:2).