“Humillaos”

Lectura bíblica recomendada: Santiago 4:10

Introducción

A. En una sociedad capitalista como la nuestra, en la cual se nos enseña a promovernos en toda manera posible, la humildad es una virtud rara.

B. Sin embargo, en el reino de los cielos no se concede la ciudadanía al que se promueve mejor, sino al que es fiel (Romanos 1:17).

C. Frecuentemente la humildad es una parte ignorada de la vida fiel, pero Jesús dice que es un prerrequisito para entrar al reino de los cielos (Mateo 18:3-4).

Exposición

I. ¿Por qué deberíamos ser humildes?

A. Una razón es que “Dios resiste a los soberbios” (Santiago 4:6).

B. No tenemos nada por lo cual jactarnos (1 Corintios 13:4).

C. El amor no permite el orgullo (1 Corintios 13:4).

II. Las Escrituras presentan grandes ejemplos de humildad.

A. Abraham fue humilde delante de Dios (Génesis 18:27).

B. Pablo sabía que no era nada y que no podía hacer nada sin la gracia de Dios (1 Corintios 15:9-10).

C. Ciertamente Jesús es el ejemplo más grande de humildad (Mateo 11:29; Filipenses 2:1-11; Juan 13:1-17).

III. Los efectos de la humildad son grandes.

A. Dios exaltará a los humildes (Santiago 4:10; 1 Pedro 5:5-7).

B. La humildad está en armonía con la voluntad de Dios.

C. La humildad promueve “la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz” (Efesios 4:1-3).

D. ¡La humildad no nos hace débiles, sino fuertes en Cristo, Señor nuestro!

Conclusión

A. Para entrar al reino de Dios, debe someterse humildemente a la voluntad de Dios.

B. La elección es suya: ¿Se humillará delante de Dios ahora, o será humillado ante Él en el Juicio Final?