La Luz del Mundo

Lectura bíblica recomendada: Salmos 119:105

Introducción

A. Para que las sombras se formen, primero se necesita una fuente de luz.

B. La luz que produjo las sombras gloriosas del Antiguo Testamento solamente pudo tener su origen en el cielo mismo.

Exposición

I. Dios es la fuente fundamental de luz.

A. Dios creó la luz en el principio (Génesis 1:1-5; 2 Corintios 4:6).

B. Él proveyó luz a los israelitas en Egipto y durante el éxodo (Éxodo 10:23; 14:20).

C. Les dio luz adicional durante una de sus batallas contra los amorreos (Josué 10:12-13).

D. Les dio luz a través de Sus profetas y finalmente a través de Su Hijo (2 Pedro 1:19-21; Juan 1:8-9; 3:19; 5:35; 8:12; 9:5).

II. No siempre el hombre ha apreciado la luz como debería hacerlo.

A. Israel no pudo soportar ver la luz en el Sinaí (Éxodo 34:33-35; 2 Corintios 3:12-16).

B. Saulo no apreció la luz que vio, al menos no inmediatamente (Hechos 9:3-9).

C. Muchos eligen rechazar la luz en vez de venir a ella (Juan 3:19-20).

D. Nosotros debemos andar en luz (1 Juan 1:7) y compartirla con otros (Mateo 5:14-16; 2 Corintios 4:1-7).

Conclusión

A. Tenga en cuenta que la luz de Dios revelará quién realmente es.

B. ¿Se esconderá de la luz o la levantará en alto para que otros la puedan ver?