Las llaves del reino
| Resumen | Las llaves de la salvación están disponibles, y lo único que se requiere para recibir tal salvación es la obediencia de fe. |
— Lectura bíblica recomendada: Mateo 16:13-20
Introducción
I. Cuando Jesús comenzó a explicar a Sus discípulos que pronto moriría en Jerusalén en manos de los judíos (Mateo 16:21), les dijo que ellos poseerían las llaves del reino (vs. 19; cf. Mateo 18:18).
II. Con tales llaves ellos abrirían las puertas del reino (la iglesia) para permitir que hombres y mujeres entraran en él. Pero ¿qué significan estas llaves?
Exposición
I. Primeramente, consideremos algunas cosas generales en cuanto a las llaves.
A. Se usa las llaves para obtener acceso a algo.
B. Las llaves simbolizan autoridad (Mateo 16:18), confianza (Mateo 16:19), responsabilidad y membresía.
C. Las llaves requieren exactitud para proveer acceso.
II. Consideremos lo que se necesita abrir.
A. Sin las llaves, los judíos no podían tener acceso al reino (2 Corintios 3:12-17; Gálatas 3:10-14; 4:1-7).
B. Sin las llaves, nosotros tampoco podemos tener acceso (Gálatas 3:19-23).
C. ¡La fe revelada ha puesto a disposición el medio de la salvación del hombre en el reino de Cristo (Gálatas 3:24-29)!
III. ¿Cuáles fueron las llaves que los apóstoles recibieron, y dónde están ahora?
A. Estas llaves no fueron hechas de metal o de algún otro material físico, sino se relacionan al conocimiento (Mateo 23:13; Lucas 11:52).
B. Se puede encontrar estas llaves en el Evangelio de Cristo que fue predicado en su plenitud en el Día de Pentecostés, cuando 3000 almas entraron por las puertas abiertas de la iglesia (Hechos 2:38-41).
C. Ahora estas llaves están en la posesión de Cristo (2 Corintios 4:7).
Conclusión
Las llaves de la libertad espiritual están disponibles para todos aquellos que son prisioneros del pecado, y lo único que se requiere de tales personas para recibir libertad es la obediencia de fe (Romanos 6:17-18).
Derechos en español © 2021 por www.ebglobal.org. Traducción por Moisés Pinedo. Título original en inglés, «The keys of the kingdom», por Roby Ellis.