“Pronto para Oír”
Lectura bíblica recomendada: Santiago 1:19-25
Introducción
A. La mayoría de nosotros ha sido culpable de escuchar a alguien que nos habla y no poner atención a lo que tal persona está diciendo.
B. Tristemente, hay muchos que permiten que este problema social se introduzca al campo de la fe.
Exposición
I. Debemos ser prontos para oír a nuestro Dios.
A. La Palabra de Dios es la única fuente de vida eterna (Juan 5:24; 1 Juan 1:1).
B. Siempre debemos estar dispuestos a oír la Palabra de Dios (Hechos 13:38-42) y responder apropiadamente a ella (Hechos 26:19).
C. La Biblia habla de algunos que espiritualmente oyen de manera pesada (Mateo 13:14-15).
II. Debemos ser prontos para oír a nuestra familia.
A. Los hijos deben oír a sus padres (Efesios 6:1).
B. Los esposos deben oírse mutuamente; de otra manera, su hogar llegará a estar dividido y pronto colapsará (Marcos 3:25).
C. Debemos oír a nuestros hermanos y mostrar amor genuino mutuamente (Juan 13:35; Gálatas 6:1).
D. Debemos oír a nuestros ancianos (Hebreos 13:17).
Conclusión
A. Puede no gustarnos escuchar la reprensión, pero algunas veces es exactamente lo que necesitamos oír (2 Timoteo 4:1-4).
B. Cuando se trata de los asuntos espirituales, ¿qué clase de oyente es?
Derechos en español © 2016 por www.ebglobal.org. Traducción por Moisés Pinedo. Título original en inglés, “Swift to Hear”, por Roby Ellis.