¿A Qué Ley Fueron Responsables los Gentiles Antiguos?

Pregunta:

“En la era del Antiguo Testamento, los judíos vivían bajo la Ley de Moisés. Pero ¿qué acerca de los gentiles? ¿A qué ley estaban sujetos?”.

Respuesta:

Esta es una pregunta que deja perplejos a muchos estudiantes de la Biblia. Desarrollemos algunos puntos básicos que nos ayudarán a proveer la respuesta para esta pregunta.

LA LEY DE MOISÉS

La nación hebrea estaba organizada oficialmente para el tiempo de su salida de Egipto. Dios llevó a este gran grupo de gente (algo de dos a tres millones de personas) a la región del Sinaí. Allí les dio un código escrito para regular sus actividades morales y religiosas. Los Diez Mandamientos constituían el centro de esa ley. Sin embargo, esos mandamientos estaban enlazados a un grupo extenso de ordenanzas suplementarias. Adicionalmente, los hebreos tenían profetas que les expandían el mensaje de Dios durante los siglos. El régimen mosaico tenía un sistema sacrificial específico para la gente israelita, por el cual se concedía el perdón del pecado—en vista del Salvador venidero (vea Gálatas 4:4; Hebreos 9:15). Además, incluía un sistema elaborado de adoración.

En su carta a los efesios, Pablo empleó imágenes gráficas para indicar que la Ley de Moisés había constituido una “pared intermedia de separación” entre los judíos y gentiles (Efesios 2:14). La ilustración sugiere una barrera que crea una distinción entre dos grupos. Claramente, el simbolismo vívido enfatizaba el hecho que los judíos y los gentiles no estaban bajo sistemas religiosos idénticos.

LA LEY PATRIARCAL

Antes de la concesión de la Ley Mosaica, todo el mundo estaba bajo lo que se conoce comúnmente como la Ley Patriarcal. El padre de cada familia era el “sacerdote” familiar, por así decirlo. Él conducía la adoración al ofrecer sacrificios a Dios. El Señor se comunicaba directamente con la gente en diferentes maneras, e.g., por sueños (Génesis 31:11), visiones (Génesis 46:2), apariciones personales (Génesis 18:1) y mensajeros nombrados especialmente, como Melquisedec (vea Génesis 14:17et.seq.; cf. Hebreos 1:1). El sistema patriarcal de adoración se ilustra muy bien en las vidas de tales hombres como Job (cf. 1:5) y Abraham (Génesis 12:8; 13:4, etc.). Un historiador ha observado: “El concepto patriarcal del ‘Dios de los padres’ se compara a las tablillas asirias del siglo XIX a.C. encontradas en Capadocia” (Yamauchi, 1999, p. 1290).

Cuando se separó a los hebreos del resto de la humanidad, como un “pueblo santo” de la “posesión” de Jehová (Deuteronomio 7:6; 14:2), los gentiles continuaron bajo el sistema patriarcal hasta que se les ofreció el Evangelio, y hasta que se reemplazó el régimen patriarcal con el sistema cristiano internacional (Hechos 10).

Romanos 1:18et.seq. muestra que esos gentiles antiguos eran responsables ante Dios por sus creencias y conducta. Romanos 2:12-16 expande el punto al sugerir que incluso los patriarcas, quienes no tenían revelación escrita del Señor, poseían el sentido necesario para diferenciar lo correcto e incorrecto (llamado “conciencia”), y cuando ellos rechazaban lo correcto y abrazaban lo incorrecto, permanecían en condenación. Cuando los gentiles pecaban (y no puede haber pecado sin ley—Romanos 4:15; 1 Juan 3:4), eran castigados. Finalmente, esas naciones antiguas serán juzgadas por la “luz” que poseyeron, y no por lo que la Escritura hace disponible hoy. Ahora estamos bajo una medida más grande de responsabilidad.

A veces ciertos gentiles se unían a los hebreos por medio del procedimiento del “proselitismo”. En el Día de Pentecostés, se reunieron en Jerusalén “tanto judíos como prosélitos” (Hechos 2:10; cf. 6:5; 13:43). Esto significa que los gentiles varones recibían la circuncisión, y que todos los “convertidos” al sistema israelita aceptaban las responsabilidades de la Ley Mosaica. Incluso había un lugar en el templo (llamado la corte de los gentiles) para acomodar a estos adherentes del judaísmo.

EL ÉNFASIS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

El estudiante de la Biblia debe entender que el Antiguo Testamento da más prominencia a la historia de la nación hebrea que a las condiciones religiosas de los gentiles. Y existe una razón muy buena para esto. Bajo la guía de la mano divina, los escritores del Antiguo Testamento se ocuparon principalmente en la narración del desarrollo del gran plan redentor de Jehová—que sería consumado con la obra de Cristo. Ya que el Señor estaba usando al pueblo israelita en la implementación de Su propósito sagrado, es entendible que se diera considerablemente más atención a este pueblo y sus prácticas de adoración que fueron una “sombra de lo que ha de venir” (Colosenses 2:17; cf. Hebreos 8:5; 10:1)—que a los procedimientos gentiles.

No obstante, esto no significa que al Todopoderoso no le importaba los gentiles, o que ellos estaban fuera del alcance de la salvación. La reprensión divina de las naciones a través de Sus profetas (cf. Amós 1; Jeremías 46-51) porta testimonio amplio de su responsabilidad ante el Creador. Y el esfuerzo misionero de Jonás en Nínive (en la Asiria lejana) es una ilustración hermosa del interés divino para con el pueblo gentil—aun cuando el enfoque principal seguía siendo la nación de Israel.

Referencia

Yamauchi, Edwin (1999), “Era Patriarcal” [“Patriarchal Age”], Diccionario Bíblico Wycliffe [Wycliffe Bible Dictionary], Pfeiffer, Vos y Rhea, eds. (Peabody, MA: Hendrickon).