El Dominio Propio Es una Virtud Cristiana

Un hombre visitó a un psiquiatra y le explicó: “Doctor, he estado haciendo cosas malas, y mi conciencia me está molestando”. El psiquiatra le preguntó: “¿Así que necesita algo para fortalecer su carácter?”. El hombre respondió: “Oh, no. Preferiría algo para debilitar mi conciencia”.

Konrad Heiden sugirió: “Los que desean transformar el mundo deben aprender a transformarse a sí mismos”.

DEBEMOS PRACTICAR EL DOMINIO PROPIO

El sabio escribió en Proverbios 25:28: “Como ciudad derribada y sin muro es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda”. Se menciona el dominio propio como un fruto del Espíritu (Gálatas 5:23—templanza) y una gracia cristiana (2 Pedro 1:6). Pedro instruyó a “[s]ed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8).

El dominio propio tendrá una parte en el juicio. En Hechos 24:25, Pablo disertó “acerca de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero” en la presencia de Félix. En vista del fin, Pedro amonestó: “[S]ed, pues, sobrios, y velad en oración” (1 Pedro 4:7).

DEBEMOS IMITAR A JESUCRISTO

Jean Lobstein declaró: “Para obtener maestría en dominio propio, comience sometiéndose al Gran Maestro”. Recuerde que Jesús nunca pecó. Por tanto, todo lo que hizo, lo hizo en el momento correcto, de la manera correcta y por la razón correcta. Todo fue correcto. ¿Cómo ejerció Jesús tal dominio propio superior?

  1. Tuvo lealtad ante lo que es verdadero y correcto (Mateo 3:15).
  2. Siempre Se sometió a la voluntad del Padre (Mateo 4).
  3. No sucumbió a los impulsos temporales como los discípulos lo hicieron durante la tormenta en Galilea (Mateo 8:23-27).
  4. No buscó venganza (Mateo 9:10-13).
  5. No reaccionó según las circunstancias (Mateo 9:24).
  6. No controló el comportamiento de otros, sino las situaciones ya que siempre tuvo control de Sí mismo (Mateo 12).
  7. Algunas veces Se apartó por un periodo de tiempo para orar (Mateo 14:13).
  8. Siempre habló la verdad con calma, amor y firmeza, incluso delante de Sus amigos más cercanos (Mateo 16:23).
  9. El dominio propio es someterse a Dios, independientemente de lo que esto implique. Debido a esto Jesús pudo soportar y experimentar el sufrimiento durante Su proceso y crucifixión sin reaccionar negativamente. Él hizo eso toda Su vida, desde el comienzo (Lucas 2:49) hasta el final (Lucas 23:46).

Lydia Sigourney declaró: “La humildad promueve el dominio propio. El orgullo es una fuente productiva de ansiedad”. De igual manera, el apóstol Pablo declaró: “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno” (Romanos 12:3).

Ejerza dominio propio, y la batalla contra el pecado será mucho más fácil.