Mateo 1: Las Mujeres en el Álbum Familiar de Jesús

Mateo escribió su evangelio para persuadir a la comunidad judía a creer que Jesús era el Cristo, el Mesías esperado. Con este propósito, comenzó su escrito al registrar la genealogía de Jesús que probaba que Él era un heredero legal del trono de David a través de Su supuesto padre, José. Aunque la costumbre judía al escribir genealogías raramente incluía nombres de mujeres, Mateo se desvió del formato general de su lista para incluir a cinco mujeres. ¿Por qué?

La razón principal es el hecho que Mateo no escribió según su propia voluntad, sino que fue inspirado por el Espíritu Santo (2 Pedro 1:21). Fue la voluntad del Espíritu omnisciente incluir perpetuamente a estas mujeres en la genealogía del Hijo de Dios.

Se puede cosechar razones subsiguientes al considerar a cada una de estas mujeres.

  • Tamar (vs. 3) fue la nuera del patriarca Judá (Génesis 38). A causa de su propio engaño, también llegó a enredarse con Judá, y concibió dos hijos de él. Aunque su historia está manchada de pecado, se le menciona por esta conexión con la cabeza de la tribu israelita de la cual vendría el Mesías (Génesis 49:10).
  • Rahab (vs. 5) fue una cananea que dedicó una gran parte de su vida a la inmoralidad, pero que finalmente desarrolló fe única (en medio de un pueblo pagano) en las promesas hechas a Abraham. Se le menciona por su rol significativo en la conquista de la Tierra Prometida de la cual saldría el Mesías (Josué 2:9-11; 6:17,25).
  • Rut (vs. 5) fue una moabita pobre que llegó a ser una gran mujer en la tierra del pueblo escogido de Dios. Juntamente con Ester, su historia de “cenicienta” es una de las más hermosas jamás contadas. Se le menciona por su disposición de dejar a su pueblo y dioses, y en cambio, establecer su fe en el Dios de Israel, Su pacto y Sus promesas (Rut 1:15-17).
  • La mujer de Urías (Betsabé, vs. 6) se involucró en un escándalo adúltero con el Rey David—un pecado tan desagradable para Dios que, incluso cuando era la esposa de David para el tiempo que concibió a Salomón, el Espíritu Santo la identificó anónimamente en esta genealogía con el nombre del hombre a quien traicionó en ese incidente previo. Se le menciona por su conexión con el más grande rey israelita de cuyo linaje vendría el Mesías (2 Samuel 12:24).
  • María (vs. 6) no necesita presentación para los estudiantes de la Biblia. Y la razón de la inclusión de su nombre es obvia: ella fue la joven especial a quien Dios usó para enviar a la Esperanza Eterna al mundo. Se puede resumir la vida de María en sus propias palabras: “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra” (Lucas 1:38).

En conjunto, la inclusión de estas mujeres en la genealogía de Jesús enseña que:

  • “Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia” (Hechos 10:34-35). “Ya no hay…varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa” (Gálatas 3:28-29).
  • Incluso el linaje del Mesías no estuvo libre de pecado e imperfección. La victoria de la cruz no se basa en el mérito humano, sino en los méritos de nuestro “sumo sacerdote…: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos” (Hebreos 7:26).
  • La salvación no está limitada a una raza, nación o posición social. Los nombres de Rahab y Rut—dos mujeres gentiles (y probablemente Betsabé) constituyen un testimonio permanente de la naturaleza mundialmente inclusiva del desarrollo y consumación del plan divino de redención a través del Mesías (cf. Gálatas 3:8).
  • Dios puede perdonar todo pecado y a toda persona. No hay persona en el mundo a quien el Dios compasivo no esté dispuesto a amar, y no hay pecado en el mundo que el Dios todopoderoso no pueda perdonar. Él no solamente puede perdonar los pecados de la gente que se arrepiente, sino también puede dar a cada persona un lugar especial en Su álbum familiar (1 Juan 3:1).
  • Él no solamente puede usar “lo mejor” (las “Marías”) de la humanidad para lograr Sus planes; también puede usar a aquellos que regresan de la provincia apartada, la profundidad del pecado y la hacienda de cerdos. Puede limpiarles y usarles como “instrumento[s] para honra, santificado[s], útil[es] al Señor, y dispuesto[s] para toda buena obra” (2 Timoteo 2:21).

Mateo terminó su registro del “álbum familiar” del Salvador hace 2,000 años atrás, pero Dios todavía está registrándolo hoy. ¿Le gustaría ser incluido (cf. Apocalipsis 3:5; 20:12-15)?