El avaro y sus monedas de oro
Un hombre conocido por su avaricia tenía una bolsa llena de monedas de oro que guardaba en un cajón antiguo escondido en una parte secreta de su casa. Todos los días, el hombre abría el cajón y contaba cuidadosamente cada una de sus monedas. Un día llegó a su casa después del trabajo y descubrió que sus monedas amadas habían desaparecido. El hombre comenzó a llorar y lamentar su pérdida.
Cuando contó el incidente a un amigo de confianza, este trajo una bolsa llena de piedras pequeñas y planas, y le dijo: «Aquí tienes. Esconde esta bolsa en tu cajón. Siempre y cuando solo las cuentes y mires cada día, estas piedras tendrán el mismo valor para ti que tus monedas de oro».
—En Barnum, Phineas (1890), Historias graciosas contadas por Phineas T. Barnum [Funny stories told by Phineas T. Barnum] (Londres: George Routledge), p. 11; traducción adaptada por Moisés Pinedo.