El Sistema Solar de Isaac Newton
Se cuenta que una vez Isaac Newton consiguió una réplica en miniatura de nuestro sistema solar. Su centro era una gran esfera dorada que representaba al Sol, y a su alrededor había esferas pequeñas conectadas al extremo de varillas de diferentes tamaños. Estas esferas representaban a los planetas. Todas las esferas estaban unidas a piezas y rodajes que las hacían girar alrededor del “Sol” en armonía perfecta. Un día cuando Newton estaba analizando el modelo, un amigo que no creía en el relato bíblico de la creación vino a visitarlo. Impresionado por el artefacto y mirando cómo el científico hacía que los “cuerpos celestes” se movieran en sus órbitas, el hombre exclamó: “¡Qué cosa tan perfecta! ¿Quién lo hizo?”. Sin mirar hacia él, Newton respondió: “Nadie”. “¿Nadie?”, preguntó su amigo. “¡Correcto!”. Todas estas esferas, piezas y rodajes se unieron por casualidad, e increíblemente, comenzaron a girar en sus órbitas fijas y con ritmo preciso”. El amigo entendió el mensaje. Era tonto pensar que el modelo se había originado solo por casualidad”.
—En Harold Willmington (1984), Manual de la Biblia de Willmington [Willmington’s Guide to the Bible] (Wheaton, IL: Tyndale), p. 591.