El Traje Invisible del Rey
Cuentan que un rey muy vanidoso recibió la visita de un falso sastre que decía ofrecer la tela más preciosa del reino. El sastre señaló al rey que la tela era invisible para la mayoría de la gente, y que solo las personas inteligentes podían ver su belleza. Cuando mostraron la supuesta tela al rey, este, aunque no podía ver nada, elogió la belleza de la tela. Para no quedarse atrás, sus asesores inmediatamente dieron la razón al rey. Cuando el rey se “puso” el traje confeccionado con la tela imaginaria, todos los asesores lo alabaron haciéndole saber lo elegante que se veía. Confiado, el rey salió a la calle con su “nuevo traje”, y sus súbditos “fieles” lo aplaudieron al verlo. El rey estaba convencido de lo inteligente que era por haber podido ver y vestir el traje nuevo, hasta que pasó un niño que, inocentemente, gritó: “¡Miren, el rey está desnudo!”.
—Adaptado; en Fischman, David (2000), El Espejo del Líder (Lima, Perú: El Comercio), p. 19.