¡Eso es optimismo!
Una tarde un hombre asistió a un juego de béisbol. Preguntó a un niño en el banquillo cuál era el puntaje. El niño respondió: «Dieciocho a cero; el equipo contrario tiene la ventaja». El espectador dijo: «Hijo, seguro que debes estar desilusionado». El niño respondió: «¿Por qué debería estarlo? ¡Nosotros ni siquiera hemos comenzado a batear!».
—Autor Desconocido