Tiempo de confesión
Tres predicadores estaban conversando del hecho de que ellos siempre estaban instando a la iglesia a confesar sus pecados ante Dios y arrepentirse, pero que ellos mismos quedaban sin la oportunidad de hacerlo. Así que decidieron ir en un bote a un lago apartado con el propósito de confesar sus debilidades entre ellos.
Cuando estaban en medio del lago, uno de los predicadores comenzó: «De vez en cuando tomo una bebida alcohólica; me gusta la manera en que me hace sentir». El segundo dijo: «Tengo problemas de lascivia. De vez en cuando miro demasiado a las mujeres».
En ese momento, el tercer predicador se lanzó del bote y comenzó a nadar deprisa hacia la orilla. Los otros dos levantaron la voz: «¿Qué estás haciendo?». Él respondió: «¡Me gusta el chisme, así que no puedo esperar hasta contar a alguien!».
—Autor desconocido