Casados para Toda la Vida
Se ha erigido cinco monumentos extraños en nuestra comunidad. No son las estatuas de algunos soldados o políticos, sino homenajes vivos a la institución del matrimonio. ¡Cinco parejas que creen que Dios “cerró con candado el matrimonio” combinaron 307 años de administración hogareña! En un tiempo en que muchos matrimonios terminan en pensión alimenticia, esto es digno de mención.
A continuación le presento el resultado de las entrevistas a las parejas que celebraron sus aniversarios de oro. Espero que esto ayude a los que están pensando en el matrimonio como también a las parejas que están enfrentando la presión del matrimonio.
¿QUÉ HIZO QUE ESTOS MATRIMONIOS DURARAN 307 AÑOS EN CONJUNTO?
La Devoción a Cristo y a la Iglesia
Una pareja dijo, “Llegamos al matrimonio sabiendo que ambos viviríamos como cristianos”. Otra pareja dijo que lo que les ayudó fue que “[e]n los primeros años de nuestro matrimonio, descubrimos un respeto mutuo y una fidelidad honesta en Dios y en Su santa Palabra”. Una tercera pareja confesó, “Los primeros años fueron los más difíciles porque no éramos cristianos. Cuando obedecimos al Evangelio, nuestra vida familiar mejoró”.
Un punto común en las cinco parejas exitosas parece haber sido el énfasis en el aspecto espiritual del matrimonio. Ellos consideraron seriamente las palabras de Jesús, “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente” (Mateo 22:37). No existe contemplación más hermosa que dos personas que trabajan juntas como una sola en la viña del Señor. Se dijo de Zacarías y Elisabet: “Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor” (Lucas 1:6). No se puede redactar un mejor epitafio en ninguna piedra sepulcral.
Una pareja dijo, “Basamos nuestras decisiones teniendo en cuenta si estaban en conflicto o no con la iglesia, y permitimos que el cristianismo fuera la parte más importante de cada día. Enseñamos a nuestros hijos que cuando la escuela y la iglesia estaban en conflicto, la iglesia tenía el primer lugar. Cuando contemplamos los años pasados, nuestros mejores recuerdos son los momentos en que vestíamos a nuestros hijos y los llevábamos a los servicios de la iglesia. Siempre que había una campaña evangelística a una distancia cercana, nosotros íbamos. Esto significaba mucho para nosotros en ese tiempo—y también ahora”. Otra pareja dijo, “Diga a la gente joven que tome su Biblia y viva por ella. Todo funcionará bien”. Un esposo comentó que ellos estaban felices de poder recordar sus vidas sin lamentarse por “recuerdos de borracheras y comportamientos mundanos”.
La Fe en el Plan de Dios para la Familia (Efesios 5:25-33)
Dios planeó que el esposo fuera el líder (1 Timoteo 2:13-14; Efesios 5:22), el proveedor (1 Timoteo 5:8) y el que nutre a la familia (Efesios 5:31). Después de meditar y considerar todos los hechos, es la responsabilidad del varón hacer las decisiones difíciles teniendo en cuenta lo que es mejor para la familia, motivado por un amor abnegado (Efesios 5:28-29). Es su responsabilidad principal asegurarse que su familia llegue al cielo. Es triste que algunos hombres piensen que el cristianismo es solamente para las “mujeres y los niños”, pero la verdad es que el cristianismo es la responsabilidad principal de la humanidad. Se requiere un hombre de carácter, convicción y valor profundo para satisfacer la descripción bíblica de un esposo y padre. El hogar no puede ser lo que debe ser a menos que todos los miembros sean cristianos fieles.
Para las esposas, el plan de Dios es que sean “sobrias” [auto-controladas], “que enseñen a las mujeres jóvenes a amar [tener afecto] a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes [moderadas], castas [puras de corazón], cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada” (Tito 2:4-5). Una esposa dijo que tenía un buen trabajo estatal pero que renunció a su trabajo cuando nació su primer hijo. “Yo pude haber regresado a trabajar y hubiéramos tenido algunas cosas más, pero decidí quedarme en casa con mis hijos”.
“¿Has lamentado alguna vez esa decisión?”, le pregunté.
Ella rápidamente respondió, “No”. “No cambiaría esa decisión por nada en el mundo”. Este parece ser el sentimiento de muchas mujeres más—y ciertamente armoniza con las enseñanzas de la Biblia.
La Paciencia Ante las Fallas de los Demás
Uno de ellos dijo, “No puede esperar que todo sea para usted. También necesita tener en cuenta a la otra persona”. El amor genuino “es sufrido” (1 Corintios 13:4). Una esposa dijo, “Aprenda a dar y recibir, dándose cuenta que no siempre los dos podrán tener las cosas a su gusto”.
La Cooperación y la Comunicación
Cuando se les preguntó cómo habían logrado que su matrimonio funcione por más de 60 años, un esposo bromeó, “Yo soy muy obediente”. Y luego añadió, “¡Y ella también!”. Como en el caso de muchas bromas, existe una verdad fundamental. Los esposos y esposas tienen que aprender a “obedecerse”. Pablo dijo, “Someteos unos a otros en el temor de Dios” (Efesios 5:21). Otro dijo que una de las claves para su matrimonio fue, “Aprender a trabajar juntos”. Pedro escribió, “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente [comunicándose], dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas [cooperando con ellas] de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo” (1 Pedro 3:7). Un esposo con un buen sentido del humor dijo que siempre tenía la última palabra en las discusiones. Tomó una pausa y dijo, “Mi última palabra siempre es, “Sí cariño”.
La Perseverancia en Tiempos Oscuros
El primer consejo que una pareja dio a los jóvenes fue, “Necesitan vivir un día a la vez. No permitan que las cosas les preocupen desmedidamente. Olvídenlas. Den y reciban”.
Otra pareja dijo, “Muchos llegan al matrimonio considerándolo algo frívolo, pero requiere determinación para salir adelante. Cuando un plan no funciona, trate otro. ¡Nunca considere el divorcio como una opción! Tenga fe que puede hacer que su matrimonio funcione con la ayuda de Dios. Aprenda a ver más allá de las decepciones, ya que estas vendrán. Todo no saldrá de la manera que quiere. ¡Continúe de todas formas!”.
La Búsqueda de las Mismas Metas
Una pareja reveló, “Teníamos como metas:
- Pagar todas nuestras deudas;
- Educar a nuestros hijos;
- Ver que todos nuestros hijos obedecieran al Evangelio y permanecieran fieles;
- Fijar el ejemplo correcto;
- Ser honestos con nuestros prójimos”.
La Biblia enseña que los dos llegan a ser uno (Génesis 2:24), lo cual incluye buscar las mismas metas. Otra pareja dijo, “Siempre estuvimos juntos. Tratamos de disfrutar las mismas cosas. Nos gustaba ir a acampar juntos y hacer y vender manualidades”.
El Amor Mutuo Sin Reserva (Efesios 5:28; Tito 2:3-5)
Una pareja aconsejó a las jóvenes a “casarse por amor, no por encaprichamiento. Solamente el amor genuino pasará la prueba. Cuando ama realmente a alguien, soportará mucho antes de marcharse”. El amor es como un jardín; se le debe cultivar. Una vez que la hierba mala toma el control, es difícil obtener algún fruto.
La Renuncia a la Mundanidad; el Desapego de las Cosas Materiales (Lucas 12:15; 1 Juan 2:15-17; Santiago 4:4)
Un esposo preguntó a su esposa dónde quería vivir cuando se casaran. Ella respondió, “Tráelo a casa y yo lo cocinaré”, con lo que quiso decir, “Viviré en cualquier lugar contigo”. Otro esposo comentó que su matrimonio “no consistió de ambientes grandiosos y lujosos, sino de una atmósfera tranquila y sagrada de un hogar de campo antiguo... Los alrededores humildes parecían realzar un espíritu de amor, gozo y aprecio en la familia, y hasta este día estoy agradecido que la atmósfera no fuera diferente”.
Una pareja señaló una diferencia entre el tiempo moderno y el tiempo en que se casaron. “En ese tiempo sólo te las ‘arreglabas’ con lo que tenías. Y a menudo no tenías mucho. Hoy los jóvenes piensan que deben tener mucho, y no aprecian cuánto tienen. No se necesita todas esas cosas para tener un buen matrimonio”. El dinero no hace a un matrimonio exitoso, y una casa más grande no hará un mejor hogar. La Biblia dice que nunca debemos confiar en las “riquezas inciertas” (1 Timoteo 6:17). Un hombre sabio una vez dijo, “Mejor es lo poco del justo, que las riquezas de muchos pecadores” (Salmos 37:16).
El Tiempo Juntos
Una pareja dijo, “Una parte importante de nuestro matrimonio ha sido pasar tiempo juntos. Si uno quería hacer algo, el otro convenía en hacerlo. Ambos aprendimos a disfrutar las mismas cosas en el camino”. Otra familia dijo, “Compartíamos el mismo amor por los himnos antiguos, y nos gustaba cantar... Los padres que pasan tiempo leyendo a sus hijos cosechan resultados fructíferos, pero es incluso más provechoso cuando se unen las voces de la familia para cantar en armonía y en un escenario pacífico... Nuestro círculo familiar llegó a ser un pasatiempo muy deseable. Los sentimientos preciosos de los himnos inherentemente llegaron a ser una parte compleja de nuestras reuniones familiares”. La Biblia manda que las parejas “dejen” a sus padres y se “unan” entre ellos (Mateo 19:5). “Dejar” significa “abandonar y olvidar”; “unirse” significa “juntarse, pegarse, adherirse”. Si él quiere pasar todo su tiempo con “los amigos”, y ella quiere pasar todo su tiempo con “las amigas”, entonces es poco probable que se obtenga un matrimonio sólido. Una pareja dijo, “Pasen tiempo trabajando físicamente juntos. Trabajen en la huerta, el jardín y en la casa. Esto desarrolla un matrimonio fuerte. Trabajar lado a lado con el sexo opuesto en el lugar de trabajo ha causado muchas separaciones. Pasen tiempo con sus parejas”. Otra pareja dijo, “Disfrutábamos mirar el béisbol juntos e ir a la iglesia”. Dos de las parejas mencionaron que disfrutaban acampar juntos.
La Confianza en el Señor y el Uno al Otro
Dos parejas mencionaron cuán importante era la confianza y la honestidad mutua. Uno de ellos dijo, “Desde el tiempo que fui un estudiante en la escuela primaria, mi abuelo me enseñó a ser un hombre que cumpla su palabra. Él decía durante los años, ‘Que tu palabra sea tu obligación’. He tratado de enseñar y confirmar que la ‘honestidad es la mejor política’. Se debería enseñar esto a todo niño muy temprano en su vida para que llegue a ser una persona de carácter”.
Otra persona dijo, “Crea que su pareja no le traicionará. La sospecha es mala para el matrimonio porque causa que se interprete erróneamente las situaciones. Forma celo y después peleas”. Salomón dijo, “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal” (Proverbios 3:5-7). La oración construye una pared protectiva alrededor de los hogares. Una esposa insistió, “¡No se olviden de orar!”.
Cuando se les preguntó cómo llegaron a tener éxito por tanto tiempo mientras otros matrimonios fallaron, una pareja bromeó, “Cuando el predicador dijo en nuestra ceremonia, ‘Hasta que la muerte los separe’, nosotros creímos que realmente hablaba en serio”. Sí, él lo dijo en serio—y también el Señor, Quien dijo, “Lo que Dios juntó, no lo separe el hombre” (Mateo 19:6). Un predicador anciano solía decirlo de esta manera, “El matrimonio es en las buenas y en las malas, hasta que te sacan de él en un coche fúnebre negro”.
¿Llegará su matrimonio hasta los 50 años? Considere estos consejos cuidadosamente ya que vienen de más de tres siglos de experiencia.
Derechos © 2010. Traducción por Moisés Pinedo. Título original en inglés, “Married for Life”, por www.housetohouse.com; folleto.