El Mejor Libro Jamás Escrito

Si estuviera en busca del “mejor libro jamás escrito”, ¿qué libro escogería? ¿Guerra y Paz de León Tolstói? ¿Don Quijote de Miguel de Cervantes? La Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos tiene una colección creciente de más de 36 millones de libros en estantes que se extienden por cientos de kilómetros (“Hechos Fascinantes”, s.d.). Y con cientos (o miles) de millones de libros más alrededor del mundo, esta tarea parece ser imposible.

Además, ¿qué criterio usaría para determinar qué libro merece este honor? Ciertamente un criterio que considerar fuera la influencia que un libro ejerciera en la humanidad para producir valores y acciones nobles superiores. Tal criterio descartaría automáticamente la mayoría de libros, dejando una selección limitada. ¿Cuál de estos entonces tendría el honor? Considere la influencia de la Biblia en los principios morales y el corazón humano, y pronto llegará a la conclusión de que, realmente, ¡la Biblia es el mejor libro jamás escrito!

SU INFLUENCIA EN LOS PRINCIPIOS MORALES

¿Qué sería de nuestro mundo si se ignorara los principios morales? ¿Qué sería de nuestra sociedad si se desconociera el concepto de lo correcto y lo incorrecto? Las palabras “caos”, “anarquía” y “corrupción” no serían suficientes para describir la situación de una nación o un mundo desprovisto de principios morales. Toda persona—que cree en la Biblia o no—reconoce la importancia y necesidad de la moralidad y la ética. Nuestros enfoques acerca de la moralidad influencian grandemente nuestras acciones. Por ende, es importante tener una buena percepción de la ética y un manantial incontaminado de principios morales. ¿Pero dónde podemos beber de las aguas más puras de la moralidad? La respuesta es sencilla: ¡en el mejor libro jamás escrito!

En el capítulo 20 del libro de Éxodo, la Biblia registra el código precristiano más grande alguna vez dado. En este código se presenta los principios morales tales como honrar a padre y a madre, no matar, no cometer adulterio, no hurtar, no mentir, no calumniar y no codiciar (vss. 12-17). Estos son fundamentos morales con los cuales quisiera que sus hijos fueran formados. Por otra parte, la ignorancia y el rechazo de tales principios han generado una ola criminal que plaga el mundo entero.

El Nuevo Testamento atesora perlas morales aun más brillantes. En sus páginas, el hombre es llamado a ser luz de un mundo en oscuridad (Mateo 5:14-16), amar incluso a sus enemigos (Mateo 5:44), hacer por otros lo que desea que otros hagan por él (Mateo 7:12), perdonar las ofensas del prójimo infatigablemente (Mateo 18:22), amar al prójimo como a sí mismo (Mateo 22:39), ayudar a aquellos menos afortunados (Hechos 20:35), devolver bien por el mal recibido (Romanos 12:17-21) y poner su vida por aquellos a quienes ama (Juan 15:13). Si la gente prestara atención a la moralidad que las páginas de la Biblia contienen, este mundo sería un lugar más bello, donde nuestros hijos pudieran crecer en libertad, confianza y amor.

¿Pero qué pasa cuando se reemplaza al mejor libro jamás escrito por los manuales “éticos” de la filosofía humana? Si considera algunas de las doctrinas éticas principales, pronto notará que existe un abismo muy profundo que no se puede atravesar entre los principios bíblicos y los principios humanos. Por ejemplo, el hedonismo es “la doctrina ética que sugiere que el placer, concebido diversamente en términos de la felicidad del individuo, es el bien principal y la meta adecuada de acción” (Agnes y Guralnik, 1999, p. 660). Es decir, el bien está en el placer; si algo le gusta o le causa placer, entonces debe ser bueno. Pero no siempre lo que cautiva nuestros deseos, pasiones o placeres es bueno. Este tipo de filosofía ha guiado a crímenes sociales tales como la violación, la pornografía, la prostitución y la homosexualidad. ¿Y qué podemos decir de la filosofía del determinismo que absuelve al hombre de toda responsabilidad de sus acciones (Agnes y Guralnik, p. 393)? La tendencia atea ha guiado a muchos a creer erróneamente que las acciones y hábitos corruptos del hombre son el resultado del largo proceso genético evolutivo, o de las condiciones cosmológicas, geográficas y ambientales. Por ende, se nos informa que el hombre no puede evitar el curso de su personalidad o conducta.

¿Le gustaría vivir en un mundo guiado por estas filosofías humanas—donde toda persona busca su placer personal y nadie es finalmente responsable de sus acciones? Incluso un ateo renombrado ha reconocido que “una sociedad humana basada simplemente en la ley del gen del egoísmo universal despiadado sería una sociedad muy repugnante en la cual vivir” (Dawkins, 1989, pp. 2-3, énfasis añadido). De hecho, los buenos principios morales que se pueden admirar y rescatar en el mundo moderno son el vestigio del antiguo celo por reverenciar a la Biblia. Ciertamente, ¡la Biblia es el mejor libro jamás escrito!

SU INFLUENCIA EN EL CORAZÓN HUMANO

Aunque mucha gente no crea en la Biblia como la Palabra de Dios, nadie puede negar que sus escritos hayan influenciado la vida humana grandemente y positivamente. ¿Qué sería de la vida humana sin la influencia bíblica? El hombre ha creado hospitales para sanar a los enfermos, asilos para cuidar a los ancianos y débiles, orfanatos para albergar a los niños abandonados—y mucho de esto, ¡gracias a la influencia bíblica que promueve el amor al prójimo! La Biblia no solamente ha dado significado a la vida personal, sino también ha dado significado a la vida de los demás.

Muchos libros que abordan la esencia de los orígenes humanos han fallado grandemente en sus intentos de influenciar eficazmente la vida humana. Otros incluso han contribuido negativamente al detrimento de la sociedad. ¿De qué manera influenciaría a la humanidad la creencia radical en el famoso libro de Charles Darwin, El Origen de las Especies? Se desconocería los asilos, se consideraría los hospitales como una amenaza para la supervivencia de la sociedad, y se calificaría los orfanatos como una locura. Este sería un mundo en que el más fuerte saquea, mata y sobrevive—y el débil pasa a la historia.

La Biblia ha influenciado la vida humana a tal punto que muchos, durante la historia, han dado sus vidas voluntariamente por defender sus enseñanzas. Considere a Esteban—el primer mártir—quien recibió con valor los duros golpes de piedras por defender la doctrina del Antiguo Testamento con referencia al Mesías. Considere a aquellos que en el primer siglo sufrieron grandes torturas y fueron incluso quemados por causa de sus vínculos con el cristianismo. Considere a aquellos que durante el reinado inquisitorio, perdieron sus vidas por denunciar las corrupciones religiosas y aferrarse a la doctrina bíblica.

Considere también a aquellos que por vivir en una nación comunista o musulmana, han perdido sus vidas al propagar o aceptar las enseñanzas bíblicas. Hace algo de tres décadas atrás en Asia, algunos soldados comunistas descubrieron a un pequeño grupo de cristianos reunidos. Apuntando un arma a la cabeza del líder del grupo, uno de los soldados le pidió su Biblia. Después de arrojarla al suelo, el soldado se dirigió a la pequeña congregación y dijo: “Les dejaremos ir, pero primero deberán escupir este libro de mentiras. Cualquiera que rechace hacerlo, morirá”. El primer hombre a quien se le pidió que lo hiciera, con poca disposición se inclinó y escupió, diciendo: “Padre, por favor perdóname”. Con lágrimas en los ojos, una mujer escupió solo un poco, pero lo suficiente. Valientemente, una joven de alrededor de 17 años se acercó, se arrodilló y levantó la Biblia. Limpió los esputos con su vestido y dijo: “¿Qué es lo que han hecho con Tu Palabra? Por favor, perdónalos”. El soldado puso el arma en la cabeza de la joven; luego oprimió el gatillo (dc Talk, 1999, pp. 50-51).

Las continuas declaraciones de los que creen en la Biblia también demuestran la gran influencia de este libro en el corazón humano. Los enunciados como, “Este libro ha cambiado mi vida”, “Dios me ha mostrado el propósito para mi vida a través de la Biblia”, “Al leer la Biblia he encontrado paz y vida eterna”, etc., hacen eco a las declaraciones de mucha gente de antaño (e.g., Salmos 119:130,140; Proverbios 30:5; Jeremías 15:16). La Biblia ha cambiado la vida de asesinos, prostitutas, drogadictos, homosexuales, ladrones, etc. Ha impactado la vida de políticos, amas de casa, reyes, famosos e incluso escépticos. Las enseñanzas bíblicas han saturado la literatura antigua y moderna, han invadido los discursos políticos, se han infiltrado en las leyes gubernamentales, han sido plasmadas en el arte y la música, e incluso han ingresado a la pantalla grande. Ciertamente, no se puede ignorar la influencia bíblica en el corazón humano. Muchos esfuerzos nobles y muchas gotas de sangre y lágrimas confirman que este libro es especial. ¡Este es el mejor libro jamás escrito!

CONCLUSIÓN

Aunque las características presentadas en este folleto hablan alto de la calidad, supremacía y singularidad de la Biblia, la evidencia definitiva que establece a la Biblia como el mejor libro jamás escrito tiene que ver con su origen celestial (vea Pinedo, 2010a y 2010b). Aunque sería grandioso que el mundo aceptara y moldeara su vida según la Biblia debido a sus grandiosas enseñanzas y superioridad, lo cierto es que nadie se salvará solamente por creer que este es el mejor libro jamás escrito. Cada persona debe creer que la Biblia es inspirada por Dios, y moldear su vida según esta creencia. Si ha considerado la influencia de la Biblia en los principios morales y en el corazón del hombre como características insuperables, ¿no creería que también es lógico concluir que este libro solamente pudo haber tenido su origen en un Ser Insuperable? Si es así, ¡lea la Biblia para ser sabio, practique la Biblia para ser santo, y crea y obedezca la Biblia para ser salvo!

Referencias

Agnes, Michael y David Guralnik, eds. (1999), Diccionario Universitario Webster del Nuevo Mundo [Webster’s New World College Dictionary] (Nueva York: Macmillan), cuarta edición.

Dawkins, Richard (1989), El Gen Egoísta [The Selfish Gene] (Oxford, Inglaterra: Oxford University Press).

dc Talk (1999), Los Fanáticos de Jesús [Jesus Freaks] (Tulsa, OK: Albury).

“Hechos Fascinantes” (sine data), Biblioteca del Congreso, http://www.loc.gov/about/fascinating-facts/.

Pinedo, Moisés (2010a), “¿Es la Biblia Inspirada por Dios?” (Parte 1), EB Global, http://ebglobal.org/inicio/es-la-biblia-inspirada-por-dios-parte-1.html.

Pinedo, Moisés (2010b), “¿Es la Biblia Inspirada por Dios?” (Parte 2), EB Global, http://ebglobal.org/inicio/es-la-biblia-inspirada-por-dios-parte-2.html.