¿Está Cristo Viniendo Muy, Muy Pronto?

Hace algún tiempo atrás apareció un anuncio principal en varios periódicos a través de los Estados Unidos. Se titulaba: “Cristo Está Viniendo ‘Muy, Muy Pronto’”. El anuncio comenzaba de esta manera: “La evidencia para el regreso inmediato de Cristo es irrefutable”. Luego se presentó varias “claves” por las que se podía calcular que el regreso de Jesús estaba muy cerca.

El anuncio sugería que varias “señales” (supuestamente encontradas en la Escritura) insinúan que el tiempo del regreso de Cristo es inminente. Consideraremos cada una de estas.

1. Se alega que la nación de Israel “renació milagrosamente el 14 de mayo de 1948”, y que esta es la “señal divina” de que el tiempo está cerca. De manera interesante, no se cita ningún pasaje de la Escritura para probar esta declaración sin fundamento—ya que la razón es que ningún pasaje la sostiene. Además, no hay nada “milagroso” en cuanto a lo que pasó ese día.

2. Se argumenta que 2 Timoteo 3:1et.seq., que describe una “moralidad depravada”, revela que el regreso de Jesús está cerca. Primero, el contexto de este pasaje no menciona nada acerca de la Segunda Venida de Cristo. Segundo, en el lenguaje original, el verbo en el versículo 5 (“evitar”) está en la forma imperativa presente media. El modo imperativo revela que este es un mandamiento para Timoteo. La voz media sugiere que Timoteo debía evitar personalmente a los individuos impíos descritos. El tiempo presente revela que el joven compañero de Pablo estaba viviendo en el tiempo de esa corrupción, i.e., “los postreros días” (vs. 1), en ese mismo momento. Por tanto, esta expresión no se enfoca en un evento que ocurriría 2,000 años en el futuro.

3. Se afirma que las “señales” en Mateo 24:6-8 (e.g., hambres, guerras y terremotos) indican que Jesús está viniendo “muy, muy pronto”. Pero las “señales” de Mateo 24:6et.seq. tienen que ver con la caída de Jerusalén en 70 d.C., no con la era moderna. Cristo enseñó claramente que “esta generación” (vs. 34)—i.e., la generación contemporánea a Él (Arndt, 1967 p. 153)—atestiguaría estas señales. Existe evidencia histórica extensa que documenta la presencia de estos eventos en el intervalo de 40 años entre el tiempo de la muerte del Señor y la caída de Jerusalén.

Hubo conflictos en las administraciones de Calígula, Claudio y Nerón (Antigüedades Judías, 20:1:6). Josefo escribió un libro designado, Guerras Judías. El mismo título es un comentario de estos tiempos tumultuosos. Se sabe muy bien que hubo hambres durante estas cuatro décadas (cf. Hechos 11:28). Suetonio, un historiador romano, describió la administración de Claudio como un periodo caracterizado por “escasez continua” (Claudio, 18). En cuanto a los terremotos, estos fueron devastadores en esa época. Josefo (Guerras de los Judíos, 4:4), Tácito (Anales, 12:58; 14:27; 15:22) y Séneca (Epístola, 91) registraron estos terremotos.

Es inútil aplicar las predicciones de Mateo 24 a nuestro sistema histórico moderno (vea Jackson, 1998). ¿No es extraño que Cristo, Quien dio estas señales, no supiera cuándo vendría el “final” (Mateo 24:36), pero que los “profetas” modernos puedan leerlo y proveernos un horario preciso? ¡Cuán superiores deben ser a nuestro Señor! 

4. Se sugiere que Daniel 12:4 profetiza en cuanto a un incremento en transporte y educación al final del tiempo, y que esta es una característica clara de nuestra era. Este pasaje es muy ambiguo, y los eruditos consideran varios puntos de vista, e.g., que “correr de aquí para allá” realmente significa “leer meticulosamente”, y por ende fomenta un estudio cuidadoso de este libro inspirado (Rose y Fuller, 1981, 6:392). De todos modos, no hay nada en este pasaje que pueda identificar una era particular. El hecho es que el transporte y el conocimiento han estado aumentando en cada periodo de la historia humana, y lo continuarán haciendo hasta el fin del tiempo. Esa es la naturaleza del genio humano. Es inútil citar Daniel 12:4 como una clave para el final de la historia de la Tierra.

5. El anuncio alega que la Escritura detalla la explosión actual de “cultos y de lo oculto”; por ende, podemos saber que somos parte de la última generación. Se cita dos pasajes como “pruebas”—Mateo 24:24 y 1 Timoteo 4:1. Pero otra vez, Mateo 24:24—una predicción de los falsos “Cristos” y profetas, etc.—tiene que ver con el periodo previo a la destrucción de Jerusalén (vs. 34). Josefo registró que se conoció a la administración de Felix, un procurador romano en Judea (52-60 d.C.), por sus “impostores” (Antigüedades Judías, 20:8:5). Justino Mártir, un apologista cristiano antiguo, dijo que Simón el Mago fue a Roma, donde engañó a muchos con su magia, y donde se le honró como a un dios. Él citó una inscripción con estas palabras: “A Simón el Dios santo” (Apología, 1:26).

La referencia que se encuentra en 1 Timoteo 4:1et.seq. es una alusión general a la apostasía de la fe apostólica durante la era cristiana. La expresión “los postreros tiempos” es equivalente a “los postreros días” (cf. 2 Timoteo 3:1), i.e., la dispensación final del tiempo, la era cristiana. Aunque Pablo tuvo la intención de advertir en cuanto al futuro, él consideró la apostasía como algo que ya estaba en operación (White, 1956, 4:120). De hecho, se clarifica este punto en 2 Tesalonicenses 2:7, donde se escribe que el “misterio de la iniquidad” “ya está en acción”. Este contexto no tiene que ver con el fin del tiempo.

6. Se afirma que la Biblia predice el surgimiento de un “nuevo orden mundial” que implica “centralización global del poder financiero y político” al fin del tiempo, y que estas condiciones son actuales. Se hace referencia a Daniel 7 y Apocalipsis 13 como “pruebas”. Lo cierto es que ambos contextos tienen que ver con el desarrollo del imperio romano antiguo (vea Jackson, 2004, pp. 59-84). ¡Estos versículos no hacen referencia a los Estados Unidos!

7. Finalmente, se declara que así como los ángeles anunciaron la primera venida de Cristo (Lucas 1:26), los ángeles recientemente han visitado a varias personas, reportando que el fin está cerca. Este testimonio es tan “confiable” como el testimonio de aquellos que declaran haber sido secuestrados por extraterrestres. No existe evidencia en absoluto de que hoy los ángeles estén apareciendo o comunicándose con la gente.

No existe información bíblica en cuanto al tiempo de la Segunda Venida del Señor. El fin llegará sin aviso (Mateo 24:36et.seq.).

Para un estudio más detallado de Mateo 24, lea “Un Análisis de Mateo 24”.

Referencias

Arndt, W.F. y F.W. Gingrich (1967), Un Léxico Griego-Inglés del Nuevo Testamento [A Greek-English Lexicon of the New Testament] (Chicago, IL: University of Chicago).

Jackson, Wayne (1998), A Su Venida [At His Coming], ed. David Lipe, (Henderson, TN: Freed Hardeman University).

Jackson, Wayne (2004), Revelación—El Mensaje Final de Esperanza de Jesucristo [Revelation—Jesus Christ’s Final Message of Hope] (Stockton, CA: Courier Publications).

Rose, H.J. y J.M. Fuller (1981), El Comentario Bíblico [The Bible Commentary], ed. F.C. Cook (Grand Rapids, MI: Baker).

White, N.J. (1956), El Testamento Griego del Expositor [The Expositor’s Greek Testament], ed. W. Robertson (Grand Rapids, MI: Eerdmans).