Los Peligros de Facebook

Pues me temo que cuando llegue, no os halle tales como quiero, y yo sea hallado de vosotros cual no queréis; que haya entre vosotros contiendas, envidias, iras, divisiones, maledicencias, murmuraciones, soberbias, desórdenes (2 Corintios 12:20).

El concepto de Facebook es grandioso ya que ofrece la oportunidad de extender el Evangelio de salvación. Pero en los sitios sociales también está contenida la tentación de satisfacer a la carne. Jesús dijo con precisión: “[E]l espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil (Mateo 26:41; Marcos 14:38). En otras palabras, deseamos hacer lo que es correcto, pero “el pecado está a la puerta” (Génesis 4:7). Muchas veces, satisfacer la carne en vez del espíritu es más atrayente. Nosotros debemos vencer el pecado.

Ahora, ¿qué podemos decir de Facebook? Aunque hay oportunidades positivas, también hay oportunidades para las “contiendas, envidias, iras, divisiones, maledicencias, murmuraciones, soberbias, desórdenes”, etc. Es sorprendente incluso ver la cantidad de enunciados despectivos y jactanciosos que se presentan en “nombre del cristianismo”. Tristemente, hay muchos que ignoran que se debe enseñar “la verdad en amor” (Efesios 4:15). A veces se cita las palabras de Dios, pero se ignora Su propósito y espíritu. Tales cristianos intentan obtener posición y reconocimiento en vez de ayudar a las almas a ser rescatadas del infierno de fuego (Judas 23).

Algunas mujeres cristianas citan la Biblia, pero visten como mujeres de reputación dudosa. Sus fotos de perfil revelan demasiado debido a los escotes, la ropa apretada o las posiciones sexualmente explícitas que no dejan mucho a la imaginación. Se presenta imágenes a jóvenes y hombres cristianos que de otra manera no las vieran. Lo peor es que parece que tales mujeres y jovencitas no sienten vergüenza. En vez de tener miedo de su desnudez (cf. Génesis 3:10), se exponen con orgullo. La moda llega a ser primordial, y la pureza llega a tener un lugar sin importancia.

Desde el principio la humanidad ha tratado de engañar a Dios y autosatisfacerse. ¿Estamos permitiendo que nuestras luces alumbren (Mateo 5:14-16)? ¡Examinemos nuestros motivos teniendo en cuenta que un día nos presentaremos ante el gran Juez! ¿Estamos usando Facebook para la gloria de Dios o para promovernos e incitar a otros al pecado?