¿Se Prohíbe el Uso de Varios “Recipientes” en la Distribución de la Cena del Señor?

Pregunta:

“¿Enseña Mateo 26:26-29 que la iglesia solamente debe usar una copa (recipiente) cuando se sirve la comunión en el servicio de adoración de cada congregación local en el día del Señor? Estoy investigando la verdad”.

Respuesta:

Apreciamos a todos los que están “investigando” la verdad. El sagrado texto al cual se hizo referencia anteriormente es el siguiente:

Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.

Bebed de la Copa

Algunos cristianos sugieren que solamente se debe usar una copa en la distribución del fruto de la vid durante la observación de la Cena del Señor. Los que sostienen esta posición declaran que hay gran importancia en el hecho que Jesús tomó “una copa” cuando instituyó la Cena. Se concluye que este recipiente solitario establece un precedente para todo el tiempo. Supuestamente, es un emblema del mismo Nuevo Testamento—el único pacto que Dios impone hoy.

La raíz de esta doctrina es no poder discernir que el recipiente realmente no tenía relevancia espiritual; se usa la palabra “copa” en esta conexión como una figura de expresión conocida como metonimia, i.e., “cuando se pone algo en reemplazo de otra cosa”. Se puede encontrar un análisis extenso de este símbolo en la obra de D.R. Dungan sobre hermenéutica sagrada, la cual se relaciona a la ciencia de interpretación bíblica (s.d., pp. 270et.seq.).

Una forma de metonimia es cuando “se habla del recipiente para hacer referencia a su contenido”. Nosotros empleamos comúnmente esta figura de expresión cuando decimos tales cosas como: “¿Disfrutó él su té? Sí, él bebió toda la taza”. O podemos decir: “La tetera está hirviendo”. Cuando Moisés declaró que “estaba la tierra llena de violencia” (Génesis 6:11), no estuvo haciendo referencia a esta esfera de tierra, sino a la gente que vivía en ella. De igual manera cuando Juan escribió que Dios “amó Dios al mundo” (Juan 3:16), no estuvo haciendo referencia al globo, sino a su población. El “recipiente” (o “contenedor”) representa al “contenido”.

Es obvio por los siguientes hechos que Jesús no estuvo poniendo énfasis en el recipiente.

  1. Se usa el mismo lenguaje con referencia al “pan” y la “copa”. Se debía comer al primero, y se debía beber al segundo. Ya que el pan (no un plato) era el énfasis relacionado al primer elemento, de igual manera el “fruto de la vid” (no un recipiente) era el enfoque del segundo elemento. Note que en 1 Corintios 10:21 hay una referencia a la “copa” y la “mesa”. No se debe considerar a una de estas cosas como literal, mientras que a la otra como figurativa.
  2. Se instruyó a los discípulos a “beber de la copa”, lo cual significa “del contenido del recipiente del cual se toma, da, recibe, come y bebe, etc.—Mateo 26:29” (Thayer, 1958, p. 191). Note también que poterion (copa) se usa en Lucas 22:20, donde Thayer observa que “copa” representa su contenido (p. 533). La referencia es a la sustancia que se bebe, no al recipiente.
  3. La “copa” fue “derramada” (Lucas 22:20), “repartida” (Lucas 22:17) y “bebida” (Mateo 26:27). Todos estos términos hacen referencia al líquido, no al recipiente sólido.
  4. La consecuencia lógica de la doctrina de “una sola copa” revela la falacia de la teoría. Si el uso del término “copa” demandara que la iglesia estuviera limitada a un “recipiente” en su práctica de la comunión, y a la misma vez la “copa” representara al Nuevo Testamento, entonces cada iglesia debería estar limitada a una sola copia del Nuevo Testamento en su programa de enseñanza. Desde luego, nadie acepta esta conclusión. Lo cierto es que la “copa” representa a la “sangre” del Salvador, no al Nuevo Pacto. Se menciona al Nuevo Pacto sencillamente porque este llegó a regir por medio de la sangre de Jesús (Hebreos 9:15et.seq.). La lectura cuidadosa de Mateo 26:28 corrige la teoría errónea de “un pacto/una copa”.

Es causa de consternación que se haya dividido al cuerpo de Cristo por tal tema frívolo; esto también muestra el fracaso de algunas personas razonables que no pueden entender el uso de una simple figura de expresión.

Referencias

Dungan, D.R. (sine data), Hermenéutica [Hermeneutics] (Cincinnati, OH: Standard).

Thayer, J.H. (1958), Léxico Griego-Inglés del Nuevo Testamento [Greek-English Lexicon of the New Testament] (Edimburgo, Escocia: T&T Clark).