Conserve a Cristo en el cristianismo: La sumisión y obediencia
Resumen | Aunque algunas veces tropezaremos, para ser imitadores de Cristo debemos acoger Su actitud de obediencia sumisa. |
— Lectura bíblica recomendada: Mateo 26:39-44
Introducción
I. La lección anterior abordó la disposición (la mansedumbre) del corazón de Jesús; esta lección se enfoca en la realización de tal disposición en la vida diaria.
II. Todo lo que Jesús vino a hacer dependió de Su obediencia al Padre, y todo lo que Él dispuso para nosotros depende de nuestra obediencia a Él.
Exposición
I. La extensión de la obediencia de Jesús.
A. Jesús demostró sumisión ante la autoridad desde Su infancia (Lucas 2:48-52).
B. Él hizo esto porque entendía la razón de Su encarnación:
1. A la edad de doce años, ya sabía que debía ocuparse en los negocios de Su Padre (Lucas 2:49).
2. Él argumentó frecuentemente que había venido a cumplir la voluntad de Su Padre, no la Suya (Juan 4:31-34; 5:30; 6:38; 7:16-18; 8:50; Hebreos 10:7-9; cf. Salmos 40:6-8).
C. Él obedeció incansablemente (Mateo 26:36-46; Juan 10:17-18; Filipenses 2:6-8; Hebreos 10:8-10).
II. El resultado de la obediencia de Jesús.
A. La desobediencia demandó el sacrificio de Cristo (Génesis 2:17; 3:15; Romanos 6:23).
B. La obediencia de Cristo revertió el resultado trágico de la desobediencia de Adán (Romanos 5:12-21; 2 Corintios 5:21; Efesios 2:1-10; Hebreos 2:14-15; 5:7-9).
C. La obediencia de Cristo nos brinda acceso a Dios (Efesios 2:11-22; 3:12; Hebreos 4:14-16; 7:19; 10:19-20).
III. La necesidad de imitar Su obediencia.
A. El Nuevo Testamento enlaza, de manera inseparable, la obediencia con la salvación.
1. Jesús es el Autor de salvación eterna para todos los que obedecen (Hebreos 5:9; cf. Efesios 5:6).
2. Jesús rechazó la proclamación frívola de Su señorío que carece de obediencia (Lucas 6:46).
3. Solamente aquellos que obedecen entrarán al reino de los cielos (Mateo 7:21 et seq.).
4. El amor y la amistad con el Señor demandan obediencia (Juan 14:15, 23; 15:14).
B. Esto es lo que significa tener el mismo sentir de Cristo (Filipenses 2:5 et seq.).
Conclusión
I. Es cierto que el énfasis en la obediencia es poco atractivo en nuestra sociedad anárquica.
II. Aunque algunas veces tropezaremos, para ser imitadores de Cristo debemos acoger Su actitud de obediencia sumisa.
Publicado el 2 de septiembre de 2024 en www.ebglobal.org. Traducido por Moisés Pinedo. Título original en inglés, «Keeping the Christ in Christian: Submission and obedience», por Todd Houston.