De pecador a santo: La paciencia, la confianza y el entusiasmo hasta el regreso de Jesús

Resumen

Es difícil esperar con paciencia lo que es bueno, pero los cristianos debemos hacerlo para ser recompensados al final.

— Lectura bíblica recomendada: Santiago 5:7-11

Introducción

I. En esta lección consideraremos tres elementos unidos que necesitamos para completar nuestra transformación.

II. Aunque para algunos, un elemento puede proponer un reto mayor que los otros, todos podemos beneficiarnos en considerar las bendiciones de cada uno de estos elementos.

Exposición

I. La espera paciente (Santiago 5:7-11).

A. Santiago presentó tres ejemplos para animar a sus lectores a esperar pacientemente al Señor:

1. El labrador. Sin importar cuánto se trate, la cosecha toma tiempo, y por ende, la paciencia es necesaria; de esta misma manera la paciencia es necesaria mientras esperamos el regreso del Señor.

2. Los profetas: Los profetas antiguos sufrieron mucho pacientemente antes de recibir su recompensa.

3. Job. ¿Qué mejor ejemplo se nos puede dar de la paciencia que debemos tener?

B. El Señor renovará las fuerzas de aquellos que Lo esperan pacientemente (Isaías 40:28-31).

II. La espera segura (Romanos 8:31-32).

A. Tristemente, muchos que pertenecen al Señor se sienten inseguros de tal pertenencia.

B. Cristo murió por nosotros para que tengamos esperanza de vida eterna (1 Juan 5:13).

C. En Romanos 8, Pablo listó una serie de preguntas inspiradas para inculcar valor en los cristianos de Roma.

1. «Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?» (vs. 31; considere a Caleb y Josué en Números 14:6-9).

2. «El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?» (vs. 32).

3. «¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica» (vs. 33).

4. «¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió» (vs. 34).

5. «¿Quién [aparte de nosotros] nos separará del amor de Cristo?» (vs. 35).

III. La espera entusiasta (Hebreos 9:27-28).

A. Esta espera no debería ser aburrida, como la espera en la cola del Departamento de Transporte.

B. Parece que, ante los ojos de los cristianos hebreos, la gloria del regreso del Señor estaba perdiendo su resplandor (3:12-14).

C. Pero esta no era una amenaza que solamente afectaba a los hermanos hebreos (Gálatas 5:7; 6:9; Apocalipsis 2:4-5; 3:1, 14-16).

D. Ya que el escritor inspirado conocía el final, instó al ánimo en la espera (9:27-28).

Conclusión

I. Es difícil esperar con paciencia lo que es bueno, pero debemos hacerlo para ser recompensados al final.

II. Dios nos ha dado toda razón y ayuda para esperar la venida de Cristo con paciencia, confianza y entusiasmo.