De pecador a santo: La sobriedad y vigilancia hasta el regreso de Jesús
Resumen | Nuestro adversario está siempre al asecho, así que conservemos la guardia para no ser sorprendidos al regreso del Señor. |
— Lectura bíblica recomendada: 1 Pedro 5:8
Introducción
I. Ya que tenemos la mirada en el cielo, ¿cómo debemos esperar adecuadamente el regreso de nuestro Señor?
II. Debemos conservar el enfoque mientras esperamos.
Exposición
I. El llamado a la sobriedad.
A. La sobriedad es la cualidad de estar consciente de algo; viene del griego mnaomai, que hace referencia a recordar algo (2 Pedro 3:2).
B. Considere una muestra de los pasajes que demandan sobriedad en los creyentes:
1. Una parte del más grande mandamiento es amar a Dios con toda la mente (Mateo 22:37).
2. Los colosenses debían fijar su mente en las cosas de arriba (Colosenses 3:1-2).
3. Pedro instó a sus lectores a ser sobrios mientras esperaban la vindicación del Señor (2 Pedro 3:1-9).
4. El cristianismo depende de la renovación de la mente (Romanos 12:1-12; Efesios 4:20-24).
II. El llamado a la vigilancia.
A. Como siempre, la razón de la sobriedad o la vigilancia no es algo trivial o simplemente teórico.
B. La actitud mental correcta nos ayuda a prevenir el peligro.
1. Frecuentemente Jesús instó a la vigilancia (Mateo 16:6; 25:13; 26:41; Lucas 12:37; 21:34-36).
2. Los apóstoles también instaron a sus lectores a la vigilancia (Romanos 16:17; Gálatas 6:1; 1 Tesalonicenses 5:6; 1 Timoteo 4:16; 1 Pedro 5:8; 2 Juan 8; Apocalipsis 3:2; 16:15).
III. Lo que está en riesgo.
A. Como en el caso de cualquier llamado a la acción, se debe presentar claramente lo que está en riesgo.
B. En el caso de las cosas de Dios, hay riesgo mayor.
1. Jesús reprendió a Pedro por no pensar en las cosas de Dios (Mateo 16:21-23).
2. Los gentiles rechazaron tener a Dios en su conciencia y llegaron a pervertirse (Romanos 1:28 et seq.).
3. Fijar la mente en la carne o el Espíritu es un asunto de vida o muerte (Romanos 8:5-7).
4. Aquellos que sean sorprendidos al regreso del Señor, sufrirán destrucción (1 Tesalonicenses 5:1-3; 2 Pedro 3:10).
Conclusión
I. Nuestro adversario nunca deja de buscar víctimas (1 Pedro 5:8), así que debemos conservar la guardia.
II. Afortunadamente, no se nos manda enfrentar esta amenaza solos (Mateo 28:20; Hebreos 13:5-6).
III. Abandonemos las distracciones sin importancia, y pongamos la mirada en las cosas de Dios.
Publicado el 17 de febrero de 2025 en www.ebglobal.org. Traducido por Moisés Pinedo. Título original en inglés, «From sinner to saint: Waiting for Jesus mindfully and watchfully», por Todd Houston.