Lecciones del Antiguo Testamento sobre el bautismo del Nuevo Testamento

Resumen

Aunque no vivimos bajo el Antiguo Testamento, este presenta lecciones que podemos aplicar al bautismo cristiano.

— Lectura bíblica recomendada: Romanos 15:4

Introducción

I. A pesar de las enseñanzas del Nuevo Testamento, hay algunos que todavía niegan la esencialidad del bautismo en la salvación.

II. Pablo señaló que «las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron» (Romanos 15:4), y se puede aprender mucho acerca del bautismo del Nuevo Testamento al leer las historias conocidas del Antiguo Testamento.

Exposición

I. Aprendemos del bautismo cuando leemos acerca del Diluvio (Génesis 6-7).

A. Aprendemos que Dios puede usar agua para salvar (1 Pedro 3:20-21).

B. Aprendemos que pocos son los que se salvan (Mateo 7:14).

C. Aprendemos que la salvación requiere esfuerzo y sacrificio de nuestra parte (Filipenses 2:12; Santiago 2:24).

II. Aprendemos del bautismo cuando leemos que Israel cruzó el mar Rojo (Éxodo 14).

A. Aprendemos que la salvación demanda andar por fe (Hebreos 11:6).

B. Aprendemos que la libertad del pecado demanda más que el arrepentimiento (Hechos 22:16; Romanos 6:1-7).

C. Aprendemos que la salvación es una obra del Señor, no del hombre (Éxodo 14:13-14,30-31; Colosenses 2:10-13).

D. Aprendemos que podemos desviarnos incluso después de haber sido salvos por la gracia de Dios (1 Corintios 10:3-12).

III. Aprendemos del bautismo cuando leemos acerca de los sacerdotes del Antiguo Testamento.

A. Aprendemos que debemos ser purificados para servir como sacerdotes de Dios (Éxodo 40:12-15; Colosenses 3:9-10).

B. Aprendemos que debemos lavarnos antes de entrar al lugar santo (Éxodo 30:17-21; 1 Corintios 12:13; Apocalipsis 1:5-6).

C. Aprendemos que debemos permanecer limpios para poder continuar en el servicio de Dios (Levítico 21:1-8).

IV. Aprendemos del bautismo cuando leemos acerca de la sanidad de Naamán el leproso (2 Reyes 5).

A. Aprendemos que la limpieza demanda obediencia (vs. 14; Mateo 7:21).

B. Aprendemos que algunas personas no aceptarán fácilmente los mandamientos de Dios (vss. 11-12; Lucas 7:30).

C. Aprendemos que el bautismo involucra una operación que Dios mismo realiza (vs. 15; Colosenses 2:10-13).

Conclusión

I. Así como la persona que era impura bajo la Ley del Antiguo Testamento, nosotros debemos someternos al «agua de la purificación» (Números 19:13).

II. ¿Debía Israel ser bautizado en el mar? ¿Debían los sacerdotes lavarse antes de servir? ¿Debía Naamán sumergirse en el Jordán?

III. Entonces, «¿[s]e juzga entre vosotros cosa increíble» (Hechos 26:8) que hoy Dios demande el bautismo para la salvación?

IV. El bautismo de Juan no fue un mandamiento de hombres, sino del cielo (Mateo 21:25)—así como el bautismo en el nombre de Jesús (Mateo 28:18-20).