No se quejen o murmuren unos contra otros

Resumen

Para cumplir los mandamientos relacionados a la expresión «unos a otros» debemos evitar la maledicencia y las quejas.

— Lectura bíblica recomendada: Santiago 4:11; 5:9

Introducción

I. La ejecución de estos mandamientos relacionados a la expresión «unos a otros» tiene un gran impacto en el cumplimiento de muchos otros mandamientos relacionados a la misma expresión.

II. El incumplimiento de estos mandamientos perjudicará inevitablemente al cuerpo de Cristo.

Exposición

I. La amonestación a no murmurar o hablar mal (Santiago 4:11).

A. Frecuentemente Santiago instó a la consideración cuidadosa de las palabras (3:1-12; 5:9).

B. Aquí mandó a no hablar mal contra los demás.

1. Esto no prohíbe el señalamiento del pecado (cf. Santiago 5:19-20; Lucas 17:3).

2. En cambio, condena la expresión maliciosa—sea relacionada a la crítica exagerada (la búsqueda de faltas) o a la maledicencia (las acusaciones falsas).

II. La amonestación a no quejarse (Santiago 5:9).

A. Esta práctica pecaminosa es más sutil que la anterior.

B. La palabra que se usa aquí tiene varios significados, como «gemir, resentirse o murmurar».

C. Ya que este pecado es menos dramático que el anterior, tal vez podemos caer más fácilmente en él e incluso no darnos cuenta de nuestra culpa.

III. Las implicaciones prácticas de las amonestaciones anteriores.

A. Frecuentemente la gente minimiza el poder de las palabras, pero Dios no lo hace.

B. El fracaso en esta área también constituye el fracaso en otros mandamientos relacionados a la expresión «unos a otros».

1. ¿Cumple esto el amor mutuo?

2. ¿Cumple esto la honra mutua?

3. ¿Cumple esto la paciencia mutua?

4. ¿Fomenta esto la confesión de faltas?

Conclusión

I. Tales pecados no tienen lugar en el cuerpo del Señor (Efesios 4:31; Colosenses 3:8).

II. Tales expresiones son perjudiciales y divisivas.

III. Tengamos cuidado de nuestro vocabulario para que así podamos andar como sabios (Colosenses 4:5-6).