Un Hombre con una Misión

Lectura bíblica recomendada: Mateo 20:24-28

Introducción

A. Jesús vino a la Tierra para dar testimonio de la verdad (Juan 18:37), ser la luz del mundo (Juan 12:46), buscar y salvar al perdido (Lucas 19:10), y dar Su vida como rescate (Mateo 20:28).

B. Las multitudes se maravillaron del poder que Dios había dado a Jesús (Mateo 8:27; 9:8,33)—poder que Él necesitaba para llevar a cabo Su misión.

C. Muchas fuerzas trataron de derrotarle, pero Él venció a cada una de ellas.

Exposición

I. Ningún enemigo pudo detener a Jesús.

A. Herodes no pudo destruir Su misión (Mateo 2:13-20).

B. Los falsos maestros y el error religioso (Mateo 19:1-9; 22:15-46) no pudieron destruir Su misión.

C. El diablo no pudo vencerle (Mateo 4:1-11).

D. Ni incluso la muerte pudo vencerle (Mateo 16:18).

II. Los amigos de Jesús no pudieron detenerle.

A. Él no permitió que la intervención de Juan se interpusiera en Su camino (Mateo 3:14-15).

B. Frecuentemente reprendió a Sus discípulos que quisieron hacerle desistir de Su misión (Mateo 16:23; 26:52-54; Lucas 9:53-56).

C. No permitió que el fracaso de ellos Le impidiera completar Su misión (Mateo 26:56; Juan 16:32-33).

Conclusión

A. ¿Está ayudando a cumplir la misión de Jesús de buscar y salvar a los perdidos, o está impidiendo su progreso?

B. Habrá circunstancias que se cruzarán en nuestro camino, pero no hay poder que sea mayor que el de nuestro Dios.

C. Un día Jesús vendrá con otra misión (2 Tesalonicenses 1:8), y no hay nadie que pueda detenerle (2 Pedro 3). ¿Está preparado?