Una Manera Poco Recomendable de Estudiar la Biblia

Un hombre acostumbrado a estudiar la Biblia al abrirla y meditar en el primer texto que su dedo señalara al azar, dijo: “Señor, quiero conocer Tu voluntad para este día”. Abrió su Biblia y puso su dedo. El pasaje decía: “Judas fue y se ahorcó”. Él pensó: “Esto es extraño”. Así que cerró su Biblia, la abrió otra vez, y puso su dedo. El pasaje decía: “Ve, y haz tú lo mismo”. Pensó: “Señor, ¿qué estás tratando de decirme”. Con la esperanza de que la tercera vez fuera mejor, abrió su Biblia y puso su dedo. El pasaje decía: “Lo que vas a hacer, hazlo más pronto”.

—Autor Desconocido; adaptado.