Fe: Creencia en la Verdad Confirmada por la Evidencia
Hace algunas semanas atrás, tuve la oportunidad de participar en el Seminario de Científicos de Apologetics Press en Jacksonville, AL con otros tres científicos (los Drs. Branyon May, Mike Houts y Joe Deweese) y un erudito en hebreo (el Dr. Justin Rogers). Durante el seminario, tuvimos un periodo de Preguntas y Respuestas cuando todos los oradores estuvieron en el escenario para contestar preguntas de la audiencia. Varios ateos de la universidad local estuvieron presentes, muchos de los cuales se quedaron después de las sesiones para hacer preguntas.
Durante el periodo de Preguntas y Respuestas, un ateo hizo una pregunta que frecuentemente he oído cuando hablo de ciencia con naturalistas: “¿Cómo puede usarse la fe (la creencia sin evidencia) para llegar a la verdad?”. Estos ateos han escuchado a otros teístas decir que la creencia en Dios no se relaciona a la evidencia. Esta es una confianza ciega, independiente de la evidencia—“fideísmo”. El Diccionario Merriam-Webster define “fideísmo” como “confianza en la fe en vez de la razón en la búsqueda de la verdad religiosa” (“Fideísmo”, 2015, énfasis añadido). Ellos quieren decir con “fe” una “creencia firme en algo para lo cual no hay evidencia” (“Fe”, 2017). Para muchos en el cristianismo, la fe bíblica es tal cosa.
Imagine un recipiente vacío que representa la verdad sobre un tema. Una persona “vierte” evidencia en el recipiente, tratando de llenarlo hasta el tope y llegar a la verdad completa sobre un tema. Sin embargo, cuando se trata de la fe religiosa, según muchos en el cristianismo, no se puede llenar completamente el recipiente. Debe llenarse el espacio que está arriba del recipiente, entre la evidencia y el tope, con la “fe” ciega. Así que, según ellos, la creencia en Dios (como un ejemplo) yace fundamentalmente en la fe irracional, no en la evidencia.
En realidad, la Biblia no define la fe de tal manera. La palabra griega que el Nuevo Testamento usa (pistis) no es una palabra mística que solamente se aplique a la fe religiosa. Es el término griego equivalente a las palabras “creencia” o “confianza” (Arndt, et.al., 1979, pp. 662-664). Cuando “creemos”, “confiamos” o “tenemos fe” en alguien, esa fe se basa en la evidencia. Por ejemplo, si un padre ha probado que es digno de confianza, le creemos. Si no conocemos a una persona y no tenemos evidencia para confirmar su integridad, creer en él sería fe ciega (sin evidencia), lo cual fuera irracional e imprudente. La Escritura constantemente enfatiza el punto que debemos llegar al conocimiento de la verdad, basándonos en la evidencia que nos ha sido provista. Según Romanos 1:20, se ha provisto tanta evidencia para llegar a la verdad en cuanto a Dios, que no llegar a la conclusión correcta no tiene excusa. Nosotros podemos conocer la verdad—no solamente aceptarla “por una fe sin prueba”; la verdad nos hará libres (Juan 8:32). Debemos examinar todo antes de creerlo, y solamente debemos retener lo que es bueno o correcto (1 Tesalonicenses 5:21). Como lo hicieron los “nobles” de Berea de Hechos 17, Dios quiere que busquemos la evidencia que confirma la declaración en vez de creerla ciegamente (vs. 11). Ya que muchos falsos maestros están en el mundo, Él nos dice que no debemos creer a todo espíritu, sino que debemos probarlos antes de creerlos (1 Juan 4:1). A diferencia de la fe ciega (i.e., el fideísmo)—que está en conflicto con la razón, Pablo creyó en el establecimiento de la verdad al usar la razón (Hechos 26:25). De hecho, Jesús dijo a Su audiencia que no creyera en Él si Él no confirmaba Sus declaraciones con la evidencia (Juan 10:37).
La idea de la “fe” ciega no es bíblica. La descripción bíblica de la fe sería más como la evidencia que es “vertida” en nuestro recipiente de la verdad. La “evidencia” se levanta hasta el tope del recipiente. La fe se produce cuando consideramos la verdad verificada por la evidencia y escogemos creerla. Muchos no creen la verdad y no la creerán (Mateo 7:13-14); esta es una elección personal. Pero esto no se debe a que Dios no ha provisto suficiente evidencia para llegar a la verdad. En realidad, ellos han rechazado la evidencia que está fácilmente disponible debido a sus propios motivos personales.
Siempre sucede que cuando recibo esta pregunta que se hizo en el seminario, el que pregunta queda sorprendido cuando respondo que no estoy de acuerdo en que la fe es “creencia sin evidencia”, sino que nuestra fe es un hecho que la evidencia demanda. En esta ocasión, esta persona llegó a sorprenderse cinco veces, ya que todos los cinco oradores en el panel movieron la cabeza en acuerdo con estas palabras.
Referencias
Arndt, William, F.W. Gingrich y Frederick Danker (1979), Un Léxico Griego-Inglés del Nuevo Testamento y Otras Literaturas Cristianas Antiguas [A Greek-English Lexicon of the New Testament and Other Early Christian Literature] (Chicago, IL: University of Chicago Press).
“Fe” [“Faith”] (2017), Diccionario Merriam-Webster en Línea [Merriam-Webster On-line Dictionary], http://www.merriam-webster.com/dictionary/faith.
“Fideísmo” [“Fideism”] (2015), Diccionario Merriam-Webster en Línea [Merriam-Webster On-line Dictionary], http://www.merriam-webster.com/dictionary/fideism.
Derechos en español © 2017 por www.ebglobal.org. Traducción por Moisés Pinedo. Título original en inglés, “Faith: Believing the Truth Substantiated by Evidence”, por www.apologeticpress.org.