La manera de aconsejar como Jesús

Resumen

Cuando estuvo en la tierra, Jesús aconsejó eficazmente; y al seguir Sus enseñanzas, nosotros también podemos hacerlo.

Cuando un amigo o familiar experimenta crisis, debemos considerar a Jesús como el estándar según el cual debemos aconsejar.

Jesús fue un Hombre compasivo (Mateo 12:15-21). Él abrió Su corazón para tocar la vida de otros. Incluso cuando otros habían pecado (cf. Juan 4 y 8:1-11), Jesús lidió con ellos de una manera compasiva. Él les señaló su pecado, pero lo hizo con bondad y compasión, lo cual motivó a muchos a cambiar su manera de vida.

Jesús hizo esto porque consideró que toda persona portaba la imagen de Dios. Cuando «quebrantó» la Ley ante los ojos de los fariseos (aunque esto fue solamente un quebrantamiento de la interpretación farisaica de la Ley), lo hizo con la intención de mostrar compasión a aquellos que sufrían. Él no permitió que las tradiciones humanas evitaran que Sus manos brindaran ayuda a otros. Jesús no solamente proveyó ayuda espiritual a la gente, sino también satisfizo las necesidades físicas de aquellos que sufrían hambre, destitución o enfermedad.

Jesús pronunció palabras de consuelo, gracia y amor, incluso cuando enfatizó el cambio de comportamiento. Algunas veces el hombre sufre debido al comportamiento pecaminoso. Jesús no dudó en señalar a la gente que debía cambiar su camino (cf. Juan 8:11). En ocasiones, preguntó: «¿Quieres ser sano?» (Juan 5:6; cf. Marcos 10:51). Con esta declaración, Jesús reveló que una gran parte de la sanidad requiere que el hombre reconozca que es responsable de su comportamiento y decisiones.

Jesús también dio esperanza al afligido: «todas las cosas son posibles para Dios» (Marcos 10:27). Con estas palabras, y muchas otras, Jesús ofreció ánimo a la gente. Él buscó levantar al caído. También enfatizó la posibilidad de tener paz mental (Juan 14:27). Para tenerla, algunas veces debemos cambiar nuestra manera de pensar y ver el mundo según la perspectiva de Dios, no la nuestra. Jesús ayudó a la gente a hacer esto.

Obviamente, Jesús instruyó. La palabra «enseñanza» resume toda la vida de Jesús de manera adecuada. Él amonestó a otros a vivir piadosamente, y confrontó a otros, incluso a Sus amigos, cuando no lo hacían.

Jesús aconsejó eficazmente; y al seguir Sus pisadas y enseñanzas, nosotros también podemos hacerlo. Él siempre fue obediente a Su Padre, así que nunca aconsejó en conflicto con la voluntad divina; Él conocía la voluntad del Padre, y aconsejó en conformidad a esto. Él fue un Hombre de fe profunda, y por ende, oró frecuentemente. También Se involucró personalmente en la vida de la gente alrededor Suyo. Jesús estuvo disponible cuando otros Lo necesitaban.

Sí, nosotros podemos aconsejar como Jesús lo hizo.